El verano supone un gran desafío para las personas, tanto para evitar las quemaduras solares como para prevenir las rozaduras y las consecuentes ampollas. En este blog, aprenderemos sobre las causas de las rozaduras y de las ampollas, así como algunos consejos prácticos para prevenir y aliviar estos problemas.
¿Qué son las rozaduras?
Las rozaduras son lesiones traumáticas cutáneas que pueden producirse en los pies, pero se debe hacer hincapié en que también pueden producirse en otras partes del cuerpo como en la zona inguinal o la cara interna de ambos muslos.
Este tipo de lesiones cobran mayor importancia durante el verano, debido a que la temperatura es superior. El incrementando del calor favorece que se acumule el sudor y la humedad, factores contribuyentes para causar irritación y malestar, deterioro de nuestra capacidad para disfrutar plenamente de la temporada estival. De hecho, la combinación de la humedad junto a los movimientos repetidos del cuerpo hace que la piel sea más vulnerable a romperse.
Asimismo, el incremento de las temperaturas hace que haya una inclinación generalizada por el uso de shorts, faldas y prendas más ligeras. En algunos casos, incluso liberar la piel de la ropa. Esto último puede ser contraproducente precisamente porque el roce producido por el contacto de piel con piel causa fricción e irritación por la sudoración, lo que a su vez puede originar ampollas con tendencia a infectarse.
Las rozaduras aparecen con frecuencia en personas deportistas, sin embargo, a diferencia de lo que se cree, también afecta en las siguientes situaciones:
¿Cómo podemos evitar la aparición de rozaduras?
La solución más fácil sería el uso de pantalones largos. Sin embargo, puede resultar incómodo y producir aún más calor. Por tanto, no es necesario que se renuncie al uso de ropa propia del verano, sino que se pueden seguir una serie de #consejosMICOF para prevenir:
¿Y qué solución podemos darles a las rozaduras en las piernas?
En aquellos casos en los que no se hayan seguido los consejos o a pesar de ellos se haya producido rozaduras, se ha de tener en cuenta que la recuperación de las rozaduras suele ser rápida, siendo 2 o 3 días suficientes para notar una mejoría. ¿Cómo se debe ayudar para agilizar la recuperación? Lo primero es dejar de realizar aquellas actividades que han provocado las rozaduras durante el tiempo de recuperación. No obstante, en caso de no poder ser así, se pueden aplicar protecciones en las zonas irritadas y aprovechar la noche para mantener las zonas aireadas.
Para asegurar que la piel se recupera es preciso limpiar la piel con agua limpia y jabón neutro o, en su defecto, soluciones salinas. Al finalizar, secar la zona a pequeños golpes en lugar de frotar. Asimismo, se recomienda el uso de compresas frías durante un breve periodo de tiempo para aliviar el dolor.
Asimismo, se recomienda el uso de productos cosméticos que contribuyan a la reparación y al alivio del ardor producido en la piel. Entre los diversos principios activos que pueden contener los productos cosméticos podemos encontrar:
Adicionalmente, también existen bandas elásticas especiales para los muslos que actúan de barrera protectora reduciendo la fricción y evitando que la piel roce directamente.
Rozaduras en los pies
En cuanto a las rozaduras en los pies, se trata de afecciones cutáneas más comunes producidas especialmente por la fricción y la humedad en el verano. Precisamente en verano es cuando más se produce este tipo de lesión debido a la elección del calzado por la tendencia a usar sandalias o zapatos abiertos casi a diario. Aquí tienes algunos consejos para prevenir y aliviar las rozaduras en los pies:
Las rozaduras en los muslos y los pies pueden ser un inconveniente durante el verano, pero con algunos cuidados y previsiones, podemos minimizar su impacto en nuestra comodidad y bienestar. Asegúrate de seguir los consejos provistos en este blog para prevenir y aliviar las rozaduras en estas áreas sensibles. Disfruta del verano al máximo, sin preocuparte por las molestias de las rozaduras.
Recuerda que cada persona es diferente, y lo que funciona para una persona no puede ser igualmente efectivo para otra. Si las rozaduras persisten o empeoran, es recomendable consultar a tu farmacéutico para que te recomiende las mejores opciones para ti.