La restauradora Sofía Hurtado devuelve el esplendor a la escultura pétrea y la Politécnica crea una reconstrucción virtual de la pieza

FUENTE: Las Provincias

Devolver el esplendor a la única tumba real ocupada que hay en la Comunitat Valenciana. Ese ha sido el reto que ha logrado la firma de guías Valentia Ars Magna que realiza las visitas culturales por el interior del monasterio de la Trinidad de Valencia.

El proyecto, que se presentará el viernes, ha consistido en la limpieza del sepulcro de la Reina María de Castilla, esposa de Alfonso V el Magnánimo y tía de Isabel la Católica que falleció en 1458.

La escultura de piedra se atribuye a Antoni Dalmau, autor del retablo de alabastro de la capilla del Santo Cáliz de la Catedral de Valencia, y se encuentra en el claustro del monasterio. Estaba muy oscurecida, pero Valentia Ars Manga, tal como explican Amparo Santonja y Rafa Venegas, ha promovido la recuperación. En esta actuación se ha implicado el Colegio de Farmacéuticos de Valencia, ya que ha patrocinado las tareas por ser la Reina María la fundadora de este colegio y coincide con el 575 aniversario de su creación.

La restauradora Sofía Hurtado, de Noema Restauradores, explica que se ha realizado una limpieza, consolidación y conservación. «Se han repuesto los morteros perdidos, para evitar que entre polvo y agua. El sepulcro es de piedra y «se ha eliminado la costra de sulfatación que se ha producido con el tiempo por la contaminación de tráfico. También se ha suprimido la suciedad de componente graso que se había generado a la altura de las personas, por el hecho de posar la mano y tocar las zonas con relieve, como los escudos».

Además, «se ha enfatizado la policromía que había en el fondo de la hornacina, ya que en la época se fingieron sillares rojos con juntas en blanco», según Hurtado.

El viernes se dará a conocer la recreación en tres dimensiones que han realizado los investigadores Xavier Mas y Nicolás Didier, del laboratorio de restauración de esculturas del Instituto de Restauración del Patrimonio de la Politècnica. «Hemos registrado el sepulcro en 3D con escáner láser de última generación y luz blanca para capturar todos los puntos de triangulación. Se representa de forma virtual la volumetría del sepulcro y permite reconstruir los faltantes», indica Mas. Esta reconstrucción se podrá ver en las visitas que se organizan al monasterio.

En el sepulcro faltan relieves, como las cabezas de las águilas que indican que es una tumba real y parte de las coronas en bulto redondo.

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