El Ministerio de Sanidad no ha hecho una campaña preventiva desde 2007

FUENTE: El País

Solo Canarias y Cataluña financian, y solo en parte, los medicamentos para dejar de fumar, criticó ayer la presidenta del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, Regina Dalmau. “Se trata de una prestación que no está en la cartera de servicios”, explicó, por lo que la decisión corresponde a las comunidades. El tabaquismo causa 50.000 muertes al año en España y supone el 6% del gasto sanitario, dijo Carlos Macaya, presidente de la Fundación del Corazón.

La mejoría de la situación económica de este año y el cambio de los gobiernos regionales puede ayudar a que la lucha contra el tabaquismo vuelva a la agenda política, dijo Dalmau en un acto ayer con motivo del Día Mundial contra el Tabaco. Así, Navarra anunció que va a subvencionar los tratamientos contra el tabaco, y también Madrid y la Comunidad Valenciana se han manifestado a favor de hacerlo, dijo Dalmau. También Ceuta los financia.

Otro ejemplo que puso la presidenta de la CNPT acerca de la “autocomplacencia” de las autoridades tras las leyes de 2005 y 2010, es que desde 2007 el Ministerio de Sanidad no ha llevado a cabo una campaña contra el tabaco. El departamento que dirige Dolors Montserrat va a romper esa racha y ha anunciado una para jóvenes en Internet.

Aunque los fumadores bajan desde 1993, y las fumadoras desde 2003, según Dalmau, todavía un tercio de los adultos fuma a diario, de acuerdo con la última encuesta del Ministerio de Sanidad. Sobre todo, preocupan los jóvenes: unos 90.000 se inician en el tabaco cada año antes de cumplir 18, según Sanidad. La encuesta de consumo de drogas en estudiantes Estudes da otro detalle: la edad de inicio está entre los 13 y 14 años.

Para ellos, más que campañas, Dalmau propone cumplir la prohibición que tienen para comprar y subir los impuestos al tabaco, “que es lo más efectivo”.

Además, el comité cree que hay otros campos donde actuar. Por ejemplo, en los establecimientos deportivos como los estadios, aunque sean al aire libre, y en los coches y casas donde hay niños. “700.000 menores de 14 años, el 10%, vive en hogares expuestos al humo del tabaco”, dijo Dalmau. También pidió que se cumpla la ley sobre terrazas. Esta considera un espacio cerrado donde no se puede fumar toda la que tenga más de dos paredes, pero ello “se incumple sistemáticamente”.

Hay más, como la implantación del empaquetado genérico o neutro, con el que se perdería el último lugar donde las tabacaleras pueden hacer propaganda, que son las propias cajetillas porque se prohíben colores o tipografías exclusivas: todas las marcas deberán usar el mismo paquete cambiando el nombre. En Francia, Reino Unido e Irlanda ya lo tienen, pero en España “el debate no se ha generado”, admitió Dalmau.

Las sociedades médicas siguen mirando con recelo al cigarrillo electrónico. No es inocuo —aunque sea menos dañino que los pitillos—, hay dudas sobre si sirve para dejar de fumar —los estudios no son concluyentes, afirma Dalmau— y, además, no ayudan a “desnormalizar la imagen de quienes fuman en público”, que es fundamental para evitar conductas de imitación en jóvenes, dijo Ana Fernández, psicóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

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