FUENTE: Levante
Solo se pueden vender con receta médica. Este es el recordatorio que el Colegio de Farmacéuticos de Valencia ha mandado a todos sus colegiados después de que la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) de Sagunt haya detectado un «incipiente consumo» entre jóvenes de la localidad para «colocarse» de una bebida que se prepara con jarabes para la tos formulados con codeína y refrescos como el Seven Up y dulces.
Conocido como «Purple Drank» o «Sizzurp» su consumo se popularizó hace unos años en Estados Unidos (donde los jarabes además de codeína llevan prometazina, un antihistamínico) y, de hecho, se ha vinculado con más de una muerte al mezclarse con alcohol.
Pese a que el consumo de este preparado solo se ha detectado -y de forma minoritaria- en Sagunt, los farmacéuticos de toda la provincia ya han sido advertidos para que extremen la precaución a la hora de vender estos medicamentos como Toseína o Codeisán en dos de sus productos más comercializados o también Romilar, formulado con dextrometorfano y que se
utiliza para el mismo fin. De hecho, y según marca la legislación, los farmacéuticos, además
de pedir la receta médica deben registrar el DNI de las personas que retiran estos jarabes.
El principio activo de estos medicamentos es la codeína, un narcótico preparado a partir de la goma de opio. Si estos jarabes se utilizan dentro de las cantidades recomendadas, la codeína ayuda a mitigar el dolor y trata la tos improductiva aunque en grandes dosis (el refresco se prepara multiplicando por 10 o por 20 la cantidad recomendada) puede producir una sensación de relajación y bienestar y un estado de aturdimiento y somnolencia. Por las redes corren testimonios de personas que han probado el combinado y aseguran que se consigue un estado de «relajación» y que se llegaba a «perder la noción del tiempo».
Esta sensación inicial puede derivar, sin embargo, en procesos de distorsión de la realidad y paranoia y en dosis muy altas en «arritmias, taquicardia, convulsiones, náuseas, vómitos y depresión respiratoria» o si la intoxicación es grave se llegaría a la «parada cardíaca y muerte», según indica el propio prospecto de uno de estos jarabes.
De hecho, el uso de estos medicamentos para menores de 12 años quedó restringido en 2015 después de relacionarse el consumo de codeína en niños con varios casos de reacciones graves, algunas de ellas mortales. Los niños habían sufrido una intoxicación por morfina ya que el efecto de la codeína se debe a su transformación en morfina gracias a una enzima y hay personas que, genéticamente, la metabolizan muy rápido. Estosjarabes tampoco están indicados en menores de 18 años que tengan problemas respiratorios.
El presidente de la asociación Controla Club, Vicente Pizcueta, aseguró que el consumo de grandes cantidades de estos jarabes podían llegar a ser «muy peligrosos», ya que eran «experimentales y pueden tener consecuencias trágicas sobre todo cuando estamos hablando de que no se consumen en solitario sino mezclados con otras sustancias como el alcohol».
Desde la Conselleria de Sanidad aseguraron ayer no tener constancia de que se hubiera alertado del consumo de este preparado en otras zonas.