Recientemente hemos podido conocer a través de los medios de comunicación algunos casos de ciberataques que afectan gravemente a empresas de todo el mundo. Este fue el caso por ejemplo del WannaCry, que puso en jaque a cientos de empresas y multinacionales en todo el mundo, o del que han bautizado como NotPetya.
Hay que tener en cuenta que normalmente estos ciberataques son aleatorios y pueden llegar a cualquier tipo de empresa o usuario doméstico. En la farmacia afectan fundamentalmente a la pérdida de información o incluso al bloqueo de las bases de datos que utilizan los aplicativos de gestión de la farmacia para ofrecer el servicio a sus pacientes. Cuando el ataque llega a alcanzar las bases de datos de los programas de gestión en la farmacia afecta el trabajo diario de dispensación, facturación, realización de pedidos y demás gestiones que realiza la farmacia, obligándola a recibir ayuda inmediata para restaurar los sistemas a un punto previo a recibir el ataque.
Dependiendo del tipo de ataque, algunos de los efectos pueden ser entre otros:
La prevención y una buena política de seguridad a seguir en la farmacia, son las mejores armas para combatir un ciberataque.
Estas son algunas de las medidas más importantes a llevar a cabo:
No obstante, los expertos señalan que las farmacias en los últimos años han hecho grandes avances para garantizar la seguridad de sus sistemas y prevenir este tipo de ataques. Las redes de comunicación y los sistemas de receta electrónica que los Colegios Profesionales y las farmacias han desarrollado en los últimos años, constituyen un sistema cerrado con máximas medidas de seguridad y fiabilidad, en continua evolución y actualización de las mismas, independientemente de otro tipo de canales que la farmacia habilite internamente para otro tipo de servicios.
Lo más importante es que contactes rápidamente con especialistas en seguridad informática, que aíslen los sistemas de la farmacia afectados, valoren los daños y recojan información sobre el tipo de virus y posibles causas que lo han provocado para prevenir su nueva aparición.
En el caso de que la información de los sistemas haya sido afectada, se deberán realizar los procesos de restauración de la misma a partir de la última copia de seguridad disponible, valorando la desinfección o incluso un formateado total de los discos de aquellos equipos que hayan sido afectados o se tenga sospechas de ello.