Artículo de opinión

FUENTE: El Mundo

La consellera socialista Carmen Montón no se ha inventado nada abriendo un debate estéril sobre la homeopatía y las medicinas alternativas. En España no están consideradas como especialidades médicas. Ese debate depende de los profesionales sanitarios y farmacéuticos, o en cualquier caso, de la Administración central del Estado, que es la que se ha visto obligada a adecuar una directiva europea a la legislación española. Mientras que en países europeos como Austria o Alemania la homeopatía se ofrece dentro de la cartera de servicios de su sanidad pública, en España no se considera una especialidad médica y la Agencia Española del Medicamento no reconoce esos productos como «fármacos». Otra cuestión es que en las farmacias y parafarmacias se vendan productos absolutamente homologados que se pueden comprar sin receta médica. La Comunidad Valenciana no tiene voz ni voto en la aplicación de la legislación internacional porque la Unión Europea tan sólo reconoce como interlocutor al «Reino de España», en éste y en otros tantos asuntos, como los referidos al ámbito de la competencia que tantos quebraderos de cabeza han causado en la Comunidad por las ayudas ilegales al fútbol o la producción audiovisual. Este tipo de polémicas deben ser reguladas pero no alimentadas por los que carecen de competencias para su control.

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