FUENTE: El Mundo
El yoga, una de las disciplinas más practicadas del mundo, es considerado por los que lo practican a diario una manera de entrenar, no solamente el cuerpo, sino también todo lo relacionado con el cultivo de la mente y del alma. Actualmente no sólo adultos son partícipes de esta forma de bienestar, sino que también niños de todas las edades cada día acuden a centros especializados en impartir clases de yoga, una actividad más aceptada en todo el mundo.
Esta disciplina orientada hacia los más pequeños es aconsejada por los expertos para remitir comportamientos causados por el déficit de atención o incluso para reforzar a aquellos niños con automatismo. Se trata de una forma de hacer que los niños mejoren su coordinación y equilibrio a la vez que se añaden otros elementos positivos como la autoconfianza, el fomento del respeto o el trabajo en equipo.
Sol Fernández, psicopedagoga y profesora de yoga en el Gabinete Psicopedagógico de San Blas, Aprender paso a paso, en Alicante, trabaja a diario con un grupo de niños que acude a sus instalaciones para pasar el rato aprendiendo conceptos y prácticas sobre el yoga que la mayoría de muchachos desconocen. «Un niño no puede aguantar las mismas posturas y el tiempo que puede hacer un adulto, por eso todo lo que hacemos está adaptado a ellos», dice Fernández y añade «las actividades que hacemos para ellos se basan en meditación, cantar mantras o hacer juegos de cartas en los que aparecen posturas de animales que tienen que imitar, cosa que les gusta mucho. Es más que nada una cosa lúdica».
Las clases en estos casos suelen ser juegos, actividades divertidas para que los pequeños no se aburran y quieran repetir. En muchos de los casos, los niños que acuden poseen una facilidad innata para el yoga, dominando de manera sencilla cualquier ejercicio que se realice y salen ganando «satisfacción y autoestima», evitando por completo las actividades competitivas. «El yoga tiene muchos beneficios para los niños porque le ayuda a controlar las emociones, e incluso mejora el sistema nervioso central, así como la atención y la concentración», destaca de esta disciplina.
En algunas ocasiones los chavales son llevados a las escuelas por los mismos padres que realizan estas prácticas, que han visto su funcionalidad y que quieren inculcarles a los niños esta forma de vivir de manera sana tanto física como mentalmente, algo que va más allá de la movilidad, fuerza y elasticidad: «Los padres se están dando cuenta de los beneficios que tiene el yoga, porque trabaja a nivel mental, físico y también una parte espiritual que conecta con el niño», dice sobre la involucración de los padres en la iniciación de los pequeños en este mundo. Y continúa, «un niño necesita relajarse, aunque sea muy activo. En mi clase me lo piden, ven que les beneficia y que necesitan parar un poquito».
Muchas veces estas actividades que empiezan por ser algo en lo que les han apuntado por «probar» acaba siendo parte de la vida del pequeño y algunas veces ocurre que «después de experimentarlo por primera vez, luego son los propios niños los que les dicen a sus padres de volver al centro, en el curso siguiente, para realizar yoga».
Este resultado de afinidad por la disciplina se suele ver al finalizar cada sesión en la que se les pregunta a los niños por cómo se encuentran y en la mayoría de los casos dicen salir «muy contentos». En este centro en cuestión también se realizan terapias basadas en el yoga a niños autistas y la profesora apunta entusiasma lo «increíble que es el beneficio en los resultados que se obtienen en una sola clase. Son niños que vienen con ecolalia y a los pocos minutos es como que ha desaparecido».
Los talleres de yoga infantiles en estos momentos se empiezan a extender más allá de los centros especializados ya que la sociedad, cada vez más, es consciente del poder que tiene sobre todas las vertientes de la salud. «No creo que sea algo que se encuentre de moda, sino que se están dando cuenta de lo beneficioso que es», expresa sobre la tendencia en aumento a apuntarse a estos cursos. «Los mismos colegios lo están introducción para ayudar a los niños a concentrarse a la estudiar. Se está reconociendo cada vez más el bienestar que da realizarlo», concluye.
Otro de los centros que existen dentro de la Comunidad Valenciana y que se dedica tanto a impartir clases a mamás con sus bebés o niños, es Yogarte-Método Buddhi Yoga, escuela especializada en yoga y pilates que se encuentra en Xàtiva y Valencia. En estos espacios dedicados a la enseñanza de chakras y mantras las mujeres que van a ser madres también tienen su espacio dentro del centro.
Aprender a respirar correctamente, realizar estiramientos y ejercicios adaptados para mantener la musculatura fuerte o ejercitar el suelo pélvico son solamente algunas de las actividades que se realizan como ejercicio de preparación al parto.
Además de ello, existen otras clases dedicadas exclusivamente al yoga postpartoen el se refuerza el vínculo entre la madre y su hijo, mediante estiramientos, asanas trabajo suelo pélvico o gimnasia abdominal.