FUENTE: La Razón
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en sus siglas en inglés) ha dado un paso más en su lucha contra el tabaquismo y ha propuesto recientemente un plan para reducir el contenido de nicotina en los cigarrillos y, del mismo modo, adaptar su legislación a los nuevos productos conocidos como de riesgo reducido. Del mismo modo, también quiere hacer hincapié en el papel que juegan los diferentes sabores para crear adicción entre los más jóvenes. Y es que, lo que busca la Agencia del Medicamento estadounidense es encaminarse a una norma que prevenga el consumo de tabaco en todo el ámbito familiar.
«El número abrumador de muertes y casos de enfermedad atribuibles al tabaco se debe a la adicción a los cigarrillos, el único producto de consumo legal que, al usarse como se indica, matará a la mitad de los consumidores asiduos», advirtió el Scott Gottlieb, director de la FDA, en la presentación de esta nueva línea de trabajo. «A menos que cambiemos el curso de los acontecimientos, 5,6 millones de jóvenes morirán prematuramente por el consumo de tabaco. Imaginar un mundo en el que los cigarrillos ya no creen o prolonguen una adicción y en el que los adultos que aún necesitan la nicotina puedan obtenerla a partir de fuentes alternativas y menos perjudiciales debe ser la piedra angular de nuestros esfuerzos, y creemos que es de vital importancia que busquemos este término medio», añadió.
«Desde la CNPT (Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo) estamos de acuerdo con esta medida, que forma parte del Plan Integral para controlar el Tabaquismo en Estados Unidos, ya que el 70 por ciento de los fumadores desea abandonar el tabaco pero no puede por la gran adicción que produce la nicotina», afirma Andrés Zamora, vicepresidente y portavoz del CNPT. No obstante, ellos plantean algunas medidas adicionales como «ofrecer ayuda a personas fumadoras, ampliar los espacios libres de humos o impulsar el etiquetado neutro».
Otro de los puntos importantes del plan que acaba de lanzar Estados Unidos es que se ha comprometido a «fomentar las innovaciones que tengan el potencial de marcar una diferencia notable en la salud pública». Y es que perciben que esta vía debe ser explorada para aquellos fumadores que no tengan en mente dejar los cigarrillos. «Espero que podamos ver los beneficios potenciales de productos que suministran nicotina sin quemar tabaco para aquellos fumadores adictos a los cigarrillos, en un mercado correctamente regulado», sostiene Gottlieb. En este punto la CNPT no está de acuerdo y considera que se debe «equiparar, tanto el cigarrillo electrónico como los productos novedosos del tabaco, al cigarrillo clásico».
Para la Agencia norteamericana, la innovación puede convertirse en la columna vertebral de la lucha contra el tabaquismo y percibe en la combustión uno de los mayores riesgos para la salud. «El problema más grande es el mecanismo de consumo –cómo se suministra la nicotina–. Ésta se une a las partículas de humo creadas para la combustión de cigarrillos y es mortal. No obstante, si juntamos esa misma nicotina a un medicamento sin los otros productos químicos que se encuentran en el tabaco, éstos se consideran seguros y eficaces por parte de la FDA a la hora de ayudar a los fumadores a dejar de fumar», añade Gottlieb.
A estas consideraciones, la FDA añadió otro aspecto: tiene pensado emitir nuevas normas para que el proceso de evaluación de los productos sea más eficiente, predecible y transparente para los fabricantes, enarbolando al mismo tiempo la misión que tiene la Agencia estadounidense de proteger la salud pública.