FUENTE: El País
La enfermedad de Grace Elizalde y Mathias González —el Síndrome Lennox-Gastaut— consiguió que en México y Paraguay comenzase el debate sobre la legalización de la marihuana para uso medicinal. La estadounidense Medical Marijuana Inc siguió de cerca ambos casos y ofreció medicamentos a las familias de Grace y Mathias una vez que los gobiernos de ambos países autorizaron la importación de productos médicos creados a base de cannabis. El desembarco del negocio farmacéutico de la marihuana en América Latina es inminente ante la despenalización de su uso: Brasil, México y Paraguay han comenzado a explorar sus opciones.
Medical Marijuana ha sido la primera firma que ha puesto sus ojos en la región. La empresa que comenzó en 2005 en el Estado de Oregón (Estados Unidos) ha aprovechado las nuevas leyes para entrar en un mercado prácticamente virgen. Su primera incursión en América Latina ha sido en Brasil, donde en 2014 el Gobierno de la entonces presidenta Dilma Rousseff autorizó la comercialización de la marihuana para uso medicinal. Los medicamentos con alguna porción de cannabidiol en su contenido pueden ser recetados por los médicos brasileños para tratar al menos 10 enfermedades, entre ellas párkinson, epilepsia y dolores crónicos.
“En Estados Unidos es muy difícil para un producto de origen natural ser aceptado como un medicamento. Pero en Latinoamérica es parte de su historia, algunos remedios que mezclan diferentes sustancias naturales son medicinas”, explica Stuart Titus, director ejecutivo de Medical Marijuana. La firma ha expandido su éxito en Brasil hasta alcanzar un mercado de 1.200 millones de dólares. Su cobertura ha sido tal que el sistema de sanidad público ha costeado algunos de los tratamientos que la empresa ofrece hasta convertirse en su mayor cliente.
Tras la conquista de Brasil, Medical Marijuana ha buscado oportunidades en México. El emblemático caso de Grace Elizalde, que sufría hasta 400 ataques de epilepsia al día, removió las opiniones de los mexicanos sobre el uso de la marihuana en la medicina. La firma estadounidense consiguió en febrero de 2016 permisos para importar jarabes con cannabidiol para una decena de familias con hijos con padecimientos epilépticos. En abril de 2017, el Congreso mexicano autorizó la comercialización del cannabis medicinal y abrió la puerta al cultivo y la investigación de la planta de la marihuana.
El caso de Elizalde fue tan significativo para la despenalización del uso de la marihuana medicinal que la compañía decidió nombrar a Raúl Elizalde, el padre de Grace, como el presidente de la filial mexicana de la empresa HempMeds México. “En México estamos empezando de cero y queremos lanzar una operación completa. Estamos especialmente interesados en hacer investigación en este país”, explica Titus. Según reportes de la firma, la inversión inicial ha sido de 50.000 dólares. Titus estima que en el corto plazo se desarrolle un mercado de 2.500 millones de dólares y que, incluso, HempMeds México pueda poner en el mercado un producto con menos del 1% de THC (tetrahidrocannabinol), el componente psicoactivo de la marihuana, que ha sido permitido en la Ley de Salud mexicana.
La última incursión de Medical Marijuana ha ocurrido en Paraguay, donde el gobierno autorizó la importación algunos de los productos de la firma en abril de 2016. El caso de Mathias González, un chico de 15 años con el síndrome de Lennox-Gastaut (un caso raro de epilepsia) y autismo, ha puesto el debate sobre la mesa ante la oposición de que la comercialización de la marihuana medicinal se abra a todo el público. Aunque la compañía ya se ha acomodado en América Latina, no ha logrado ingresar en Uruguay, donde el Estado se ha hecho cargo del cultivo, la producción y distribución de los productos derivados del cannabis. Uruguay despenalizó el uso de la marihuana desde 2012 y a finales de julio comenzó a vender en farmacias pequeñas dosis de la planta para uso recreativo.
Además del mercado estadounidense, donde Medical Marijuana domina los Estados de California y Colorado, la firma tiene autorización desde 2014 para vender en Puerto Rico de sus productos a personas mayores de 21 años con la autorización de su médico. La firma es optimista ante su crecimiento en América Latina. La compañía registró unos ingresos de 6,13 millones de dólares en el segundo trimestre de este año, 1,66 millones de dólares más que en el mismo periodo de 2016. En términos internanuales, la subida de las ventas fue del 203%. Las esperanzas para el crecimiento en el futuro están puestas en las inversiones en México y Brasil.
Medical Marijuana fue la primera empresa de cannabis en salir a Bolsa en Estados Unidos. Tiene su sede en California, donde la legalización de la marihuana ha afectado a diferentes sectores. La firma tiene al menos ocho empresas dependientes en las que además de comercializar jarabes con contenido cannábico también ofrece productos cosméticos y suplementos alimenticios.
El grupo reconoce que ante su expansión en EE UU y América Latina está preparada para entrar en el sector recreativo cuando las leyes lo permitan. “No es un negocio que vende o dispensa marihuana para su uso recreativo, hasta ahora la marihuana es una sustancia controlada por las autoridades federales, sin embargo, consideramos que la firma está bien posicionada para la eventual legalización de la cannabis”, señala el último reporte de la firma.