FUENTE: El Mundo
El cáncer de páncreas, a pesar de no ser de los que más incidencia presenta, sí tiene una tasa de mortalidad elevada. Se estima que menos del 9% de los pacientes sobrevive más de cinco años tras el diagnóstico. Esto se debe, en gran parte, a que se suele detectar cuando ya existe metástasis por la falta actual de pruebas útiles para hacer un diagnóstico precoz.
La detección temprana en cualquier tipo de cáncer es esencial para mejorar el pronóstico de la enfermedad. Ahora, un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina Johns Hopkins, en Baltimore (EEUU), y dirigido por Bert Vogelstein, ha desarrollado un análisis de sangre que localiza el ADN del tumor en la fase temprana del cáncer de páncreas.
Este método, cuyos resultados se publican en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, consiste en una biopsia líquida que busca las moléculas de ADN específicas del cáncer entre las muchas que circulan por el torrente sanguíneo.
En concreto, este sistema rastrea mutaciones iniciadoras del proceso tumoral en combinación con otros biomarcadores frecuentes en el cáncer de páncreas. Para este trabajo se recogieron muestras de tejido tumoral y de sangre de 221 personas con cánceres pancreáticos en estadios I y II, junto con muestras de sangre de otros 182 pacientes sanos sin historial de cáncer, enfermedades autoinmunes o enfermedad renal crónica.
Combinando mutaciones de KRAS -que indican el inicio del proceso tumoral en muchos tipos de cáncer- con otros biomarcadores específicos del cáncer de páncreas, han conseguido detectar esta enfermedad en el 64% de los pacientes, con un único falso positivo.
Los autores aseguran que el test todavía no está listo para usarse fuera del contexto de la investigación pero que "si se valida la eficacia de esta prueba en estudios posteriores, se podría emplear para identificar cánceres pancreáticos tempranos y asintomáticos", indica el profesor Vogelstein en un comunicado del centro.
Además, los investigadores también se plantean utilizar este mismo enfoque para detectar otros cánceres como el pulmón o el de colon.
La biopsia líquida es el futuro de la investigación en cuanto a detección precoz del cáncer, explica Marta Puyol, la directora de investigación biomédica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). "Es una herramienta muy potente que permite, a través de una técnica muy poco invasiva, saber si una persona tiene cáncer o si tiene un alto riesgo de desarrollarlo en el futuro", añade. El que sea tan poco invasivo permite que haya mejor monitorización y seguimiento, tanto en pacientes sanos que puedan tener riesgo como en aquellos que ya tienen la enfermedad.
En cuanto al coste que pudiera tener este tipo de prueba, la experta considera que no sería muy alto. "Estos avances siempre empiezan con un coste más elevado y luego se va reduciendo, aunque dependería del número de biomarcadores que se analicen", indica Puyol, que señala que el precio sería "muy asumible" para un sistema de sanidad como el nuestro.
"Además, para los pacientes no es lo mismo ser tratados de un cáncer en fase I que de uno ya con metástasis, puesto que la combinación de fármacos en este último caso sería mucho más prolongada", asegura. "Tanto el paciente, como el sistema como los investigadores preferimos detectarlo cuanto antes, porque el resultado es muchísimo mejor, también económicamente", concluye Puyol.