FUENTE: La Vanguardia
La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) ha denunciado hoy que el escepticismo en torno a la seguridad y efectividad de las vacunas pone en riesgo los avances logrados por la inmunización en las últimas décadas.
"Los beneficios de las vacunas son una cuestión de hecho, no una cuestión de opinión. Debemos poner fin al creciente escepticismo hacia la inmunización, que amenaza con perturbar los avances que hemos logrado en salud pública", indica la Seimc en una guía sobre la seguridad de las vacunas.
La sociedad alerta de que la falta de conocimiento puede llevar a rechazar las vacunas y de que la disminución de la confianza del público en la inmunización "plantea una seria amenaza que no puede ser ignorada".
La Seimc recuerda que las vacunas han salvado más vidas de niños y adultos que cualquier otra intervención médica y que evitan cada año entre dos y tres millones de muertes.
Aún así insiste en que no se puede dar por sentado el éxito en la erradicación de enfermedades, ya que las patologías que se pueden evitar con una correcta vacunación volverían a aparecer si se interrumpieran las inmunizaciones.
La sociedad médica lamenta el repunte en los casos de sarampión como consecuencia de que determinados padres han optado por no vacunar a sus hijos.
"Después de un número récord de casos de sarampión reportados en Europa en 2016, un aumento de los casos reportados hasta ahora en 2017 está afectando a niños así como a adultos de todas las edades y trabajadores de salud que nunca han sido inmunizados", destaca.
La Seimc subraya que el sarampión, una enfermedad que causaba 2,6 millones de muertes anuales antes de que se pusiera en marcha la vacunación, puede también causar encefalitis y ceguera.
Asimismo, rebate los argumentos de quienes ponen en tela de juicio la seguridad de las vacunas: son "muy seguras" porque hay una estrecha vigilancia de las autoridades sanitarias tanto antes de su comercialización como después.
"La mayoría de las reacciones vacunales son leves y temporales", defiende la sociedad, que asevera que es "más probable padecer un trastorno grave por una enfermedad prevenible por vacunación que por una vacuna", ya que los trastornos de salud de gravedad derivados de la inmunización son "extremadamente raros".