FUENTE: ABC
Las nuevas drogas sintéticas o las sustancias estupefacientes de diseño serán consideradas a partir de ahora como narcóticos ilegales con los mismos efectos que los productos más o menos conocidos que ya están fuera de la ley. El pleno del Parlamento Europeo aprobó ayer una revisión que actualiza la legislación antidrogas añadiendo a la lista de sustancias prohibidas una larga relación de las llamadasNuevas Sustancias Psicoactivas (NPS), muchas de las cuales son creadas a su vez con componentes de uso común o no clasificados como narcóticos. Desde ahora, el tráfico y la producción de esas sustancias será castigado con penas similares a las aplicadas a otras drogas tradicionales, que son de un máximo de entre cinco y diez años de prisión por su producción, distribución y venta.
En Europa, la regulación de las sustancias estupefacientes es un asunto de competencia nacional. Eso explica que haya países como Holanda donde se puede vender legalmente marihuana bajo ciertas condiciones, mientras que en otros países este mismo hecho esté radicalmente prohibido y perseguido. Hace más de cinco años que se discutía la tramitación de esta reforma para dotar de armas a los países, pero se trata de un combate muy complejo, puesto que según el Observatorio Europeo sobre Drogas y Toxicomanías (OEDT) se detectan la circulación y el consumo de más de 500 nuevas sustancias al año, algunas con efectos escalofriantes. Además, se alerta de que es un «negocio» altamente móvil, puesto que las mafias pueden comprar las sustancias de base en un país, fabricar en otro y venderlo en un tercero, tratando de buscar resquicios en la legislación.
Y, por otro lado, está internet, que agiliza la venta de estas sutancias psicoativas, la mayoría producidas en China e India, y cada vez más populares. Tanto en la Red como en tiendas físicas se pueden adquirir, destacó ayer en su intervención la eurodiputada española del Partido Popular Teresa Jiménez-Becerril, ponente para los cambios en esta directiva.
La reforma incluye un cambio en el reglamento de la OEDT, para que sea el criterio de sus expertos el que determine cuáles son las nuevas sustancias que se incluyen en la lista de acuerdo con sus propios estudios. Esa reforma se aprobó con una espectacular mayoría en Estrasburgo de 609 votos a favor, frente a 19 en contra y 29 abstenciones. La renovación de la directiva fue aprobada sin votación, puesto que era ya la segunda lectura y en vista, también, del amplísimo consenso recabado en la primera.
Los diputados hicieron un llamamiento a los países miembros –que son los que han de aplicarla– a utilizar este instrumento para prohibir y retirar del mercado con más rapidez estas sustancias, dado que representan graves problemas de salud pública. Se prevé también que se agilizará y se reforzará el sistema de intercambio de información entre las distintas policías a través de la agencia europea para las drogas. Europol tendrá también un papel más importante porque codinará el mecanismo de alerta temprana y el procedimiento de evaluación de riesgos, con el objetivo de ayudar a determinar la implicación de organizaciones criminales transfronterizas.
Las autoridades nacionales tienen ahora seis meses, frente a los doce actuales, para aplicar la decisión comunitaria.
¿Qué son estas sustancias de reciente cuño? Las NPS son sustancias químicas no sometidas a ningún control que han sido sintetizadas de forma irregular y clandestina y que tienen efectos en ocasiones mucho más temibles que las drogas también ilegales como la cocaína, la heroína, el cannabis y el éxtasis. De hecho, surgen con efecto imitación de estos estupefacientes más conocidos. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) define las NPS como «sustancias nocivas». ya sea en forma pura o en un preparado, que no están controlados por la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes o el Convenio de 1971 sobre Sustancias Sicotrópicas.
Aunque algunas de las drogas sintéticas ya se crearon hace más de 40 años, durante la última década han proliferado de forma exponencial gracias a la globalización y el uso de las nuevas tecnologías de comunicación. Entre las más difundidas figura el MDPV, conocida como «ola de marfil», «cielo de vainilla» o «droga caníbal», una sustancia entre cuyos efectos se han descrito incluso episodios de canibalismo o de violencia extrema. El Parlamento Europeo también citó expresamente el spice, que en muchos aspectos se confunde con la marihuana, porque tiene un aspecto similar, aunque se le añade aroma a distintas frutas. Todos ello causan graves espasmos, vómitos, alucinaciones y pueden desencadenar episodios psicóticos.
En España, según el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, la mayoría de la población (el 71,1%) desconoce la existencia de nuevas sustancias, que se pueden presentar en forma de hierbas, pastillas, polvos, cristal, líquidos, inciensos u otras. Su consumo es experimental y muestra prevalencias residuales (inferiores al 0,5%), aseguran el Ministerio y la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción.