FUENTE: La Razón
Han sido dos largos años de tira y afloja entre médicos y enfermeros para conseguir que los últimos puedan indicar, usar y autorizar ciertos medicamentos. Es más, este acuerdo en cierto modo es indispensable para mejorar la calidad asistencial. «Es un orgullo el acuerdo que se ha alcanzado. Tenemos que demostrar que somos capaces de llegar a acuerdos en beneficio de los pacientes y del sistema sanitario. Es un día histórico porque las dos grandes profesiones sanitarias se dan la mano», afirmó ayer la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, tras mediar en este acuerdo que han alcanzado los dos pilares de nuestro sistema de salud.
La guerra de las recetas parece haber llegado a su fin. Y es que desde que en 2009 la Ley del Medicamento regulara esta posibilidad, su desarrollo estuvo estancado durante algo más de seis años. Hace dos años, mediante un Real Decreto, el Ministerio que entonces dirigía Alfonso Alonso, incluyó un artículo –el 3.2 para ser exactos– por el cual los enfermeros para indicar, usar y autorizar la dispensación de medicamentos que deben ir con receta médica necesitan a un médico que se lo prescriba, tras haber realizado un diagnóstico. Así, todo quedaba igual. De ahí que la profesión enfermera intentara evitar su puesta en marcha a través de un recurso contencioso-administrativo que presentaron ante el Tribunal Supremo tanto el Consejo General de Enfermería (CGE) como el sindicato mayoritario Satse. Argumentaron que este decreto retrasaría y empeoraría la calidad de los pacientes. El Supremo rechazó su suspensión cautelar.
¿Qué modifica el acuerdo que se firmó ayer? Como indican desde el CGE, «con las modificaciones consensuadas, y una vez sea publicado un nuevo Real Decreto en el BOE, los enfermeros podrán indicar y autorizar la dispensación de determinados medicamentos sujetos a prescripción médica en base a protocolos y guías de práctica clínica y asistencial, que serán acordados en la Comisión que a tal efecto se pondrá en marcha». En esta comisión estarán representados el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, las comunidades autónomas, las mutualidades de funcionarios, el Ministerio de Defensa y los Consejos Generales de los Colegios Oficiales de Enfermeros y de Médicos.
Así, de acuerdo con el pacto que han alcanzado, para que las enfermeras sean reconocidas como prescriptoras no será necesaria ninguna formación adicional, pues el Grado en Enfermería ya incluye contenidos específicos en este sentido. Asimismo, permitirá la indicación de ciertos medicamentos de uso cotidiano por parte de la profesión enfermera, como puede ser la vacuna de la gripe. De este modo, el presidente del Consejo General, Florentino Pérez Raya agradeció a los interlocutores médicos su predisposición al diálogo para «resolver una situación que todos sabíamos que era injusta» y destacó que «han sido meses de intenso trabajo, pero con este nuevo redactado todos nos sentimos cómodos y las enfermeras y enfermeros van a poder trabajar con pleno respaldo jurídico». Por su parte, el presidente de la Organización Médico Colegial (OMC), Serafín Romero, apuntó que este documento «viene a dar solución a un conflicto que se generó por diferentes interpretaciones de una norma».
Eso sí, para mejorar el polémico artículo 3.2, han incluido el 3.3 «donde se incluyen demandas de la enfermería para aquellas actuaciones para las que un diagnóstico médico no es necesario para prescribir», añade Romero. También se han delimitado los medicamentos que podrán prescribirse cuando «existe una relación con un paciente y en este caso la práctica sea colaborativa» entre las dos profesiones. Con todo esto, la enfermería podrá seguir indicando ciertos medicamento, pero bajo el amparo legal.