FUENTE: El País
Diecisiete grupos de investigación punteros conforman una de las redes de investigación de alto nivel más importantes de nuestro país. Es la Red Española de Investigación en Patología Infecciosa (REIPI), integrada por 280 investigadores de hospitales universitarios de Sevilla, Córdoba, Madrid, Barcelona, Santander, La Coruña, Palma de Mallorca, Bilbao y Logroño, a los que hay que añadir dos grupos del Centro Nacional de Microbiología y otro del Centro Nacional de Biotecnología.
Esta gran red temática de investigación colaborativa en salud, —financiada por el Ministerio de Economía a través del Instituto de Salud Carlos III—, desarrolla grandes programas de investigación entre los que destaca uno dedicado a afrontar el que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) "es una de las mayores amenazas para la salud mundial".
Hablamos de la resistencia a los antibióticos, contra la cual la OMS aprobó, en 2015, un plan de acción a nivel mundial. "La resistencia que algunas bacterias desarrollan frente a los fármacos es, en parte, un fenómeno natural fruto de la adaptación de estos organismos a una situación de estrés que les incita a captar el ADN de otras bacterias a las cuales ya no les afecta ese antibiótico", explica Jesús Rodríguez Baño, coordinador de la REIPI e investigador en el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla.
"Ese proceso evolutivo se ve muy agravado por el uso indiscriminado que hacemos de estos medicamentos, tanto en personas como en animales. Ante un consumo excesivo, las bacterias se hallan, por así decirlo, en una situación de estrés que les lleva a desarrollar estrategias de supervivencia: adaptarse o morir".
Ante este problema de escala global, la REIPI —financiada por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad dentro de los Planes Nacionales de I+D+i 2008‐2011 / 2013‐2016 a través del Instituto de Salud Carlos III, y fondos FEDER. RD12/0015/0010 y RD16/0016/0001— lleva a cabo más de 200 proyectos de investigación, tanto en ciencia básica (enfocados a conocer los mecanismos de resistencia que desarrollan las bacterias) como en investigación clínica (dirigida directamente al tratamiento de los pacientes).
Para ello se han puesto en marcha técnicas novedosas para el diagnóstico rápido de bacterias multirresistentes, como una metodología innovadora que permite detectar la resistencia a los antibióticos en una hora (todo un logro: las técnicas convencionales tardan más de 24 horas); y, además, llevan a cabo ensayos clínicos independientes (no comerciales) con antibióticos en desuso (sin interés comercial), pero que podrían ser interesantes para el tratamiento de algunas infecciones.
Sin duda, recalca Rodríguez Baño, "la financiación pública de una red como esta ha supuesto un salto de calidad muy importante, situando a España entre los de mayor producción científica del mundo en esta área; y lo más importante, consiguiendo resultados que mejoran el pronóstico de los pacientes".