Fuente: La Tribuna del País Vasco
Pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida durmiendo. Es la actividad que más repetimos, noche tras noche, y cualquier problema relacionado con el sueño tiene un fuerte impacto en nuestra vida cotidiana “porque las funciones del sueño son muy importantes para el equilibrio de nuestro organismo”. Sin embargo, uno de cada tres españoles afirma que tiene problemas para dormir y descansar adecuadamente.
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN) alrededor del 30% de la población sufre alguna patología del sueño. Existen cientos de patologías del sueño pero la más común es el insomnio. “En España muy poca gente atiende la recomendación de dormir entre 7 u 8 horas diarias. Cenamos y nos acostamos muy tarde, pero luego madrugamos como el resto de los europeos”, asegura Gonzalo Peñaranda, Director General de Aora Health
Sueño reparador
Durante el sueño, el cuerpo humano pone en marcha mecanismos de eliminación de radicales libres basados en antioxidantes (endógenos y exógenos) y enzimas para mantener un equilibrio en la concentración de radicales libres. Estos son especies químicas altamente reactivas que interaccionan con: proteínas, lípidos, ADN y ARN provocando modificaciones estructurales y funcionales. El estrés oxidativo influye en los pulmones, riñones, cerebro, sistema cardiovascular, articulaciones, visión, envejecimiento, cáncer, inflamación, etc. Los antioxidantes son moléculas que bloquean la acción de los radicales libres mediante diferentes mecanismos.
Durante el sueño, nuestro organismo realiza múltiples funciones de regeneración celular, mejora de defensas, recuperación de energías, eliminación de toxinas, y renovación del sistema nervioso, imprescindibles para nuestra salud.
Dormir bien es fundamental para el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Además, durante el sueño se produce la regeneración de nuestras células, la circulación sanguínea es más fluida y la piel asimila mejor los activos. Las hormonas que se producen en la fase de sueño consiguen que las células se dividan más deprisa, mejorando así la regeneración de la epidermis. Además, la síntesis de proteínas se incrementa y la piel recibe mucha más sangre y nutrientes.
Dormir mal también afecta al rendimiento cognitivo y puede provocar fallos de concentración y de memoria. Por supuesto, no dormir bien provoca cambios de humor bruscos.
Qué podemos hacer para descansar mejor
Se puede mejorar la calidad del sueño utilizando nutraceúticos para ayudar a que el organismo realice todas las funciones reparadoras diarias que se realizan durante el sueño. “Compuestos naturales –explica Gonzalo Peñaranda- que predisponen nuestro organismo al descanso, reduciendo los niveles de estrés antes de ir a la cama y ayudan a recuperar el organismo y levantarnos al día siguiente llenos de energía”.