FUENTE: La Razón
El consumo excesivo de alcohol o los desórdenes nutricionales asociados a la obesidad dañan al hígado. Y si no se corta por lo sano, estos malos hábitos pueden acabar desarrollando una enfermedad hepática seria. En la Unión Europea cerca de 29 millones de personas sufren una enfermedad hepática. Las más frecuentes son la cirrosis, la hepatitis o la fibrosis.
Un hígado está enfermo cuando poco a poco se mueren los hepatocitos y eso desencadena una inflamación (hepatitis), la acumulación de tejido cicatrizante (fibrosis) o la aparición de nódulos de regeneración (cirrosis). Estas tres enfermedades pueden desencadenar un cáncer hepático, por el que cada año fallecen 47.000 personas en Europa. El cáncer de hígado es el cuarto tipo de tumor que más muertes provoca globalmente, pese a que sus causas principales son altamente prevenibles o tratables.
La tasa de supervivencia de una persona enferma de un cáncer de hígado es todavía baja, de cinco años, esto es que 50 de cada 100 personas que padecen este cáncer continúan vivas cinco años después de haber sido diagnosticadas. La relación entre el consumo de alcohol y el desarrollo de un cáncer es cada vez más evidente para la ciencia, pero también es cierto que los tratamientos actuales contra el alcoholismo son poco eficientes. Para revertir estos datos, la Fundación Bancaria «La Caixa» y el Centro de Investigación Médica Aplicada (Cima) de la Universidad de Navarra buscan nuevas estrategias de prevención y vías para el tratamiento del cáncer de hígado. El director general de la Fundación Bancaria, Jaume Giró y la directora del CIMA, María Pilar Cerveira, presentaron junto a los doctores Matías Ávila y Juan José Lasarte, «un ambicioso estudio para encontrar soluciones a las enfermedades hepáticas con el que buscar nuevas estrategias para el tratamiento del cáncer de hígado».
Destinarán 2.850.000 durante tres años al proyecto de investigación que tiene previsto alargarse durante tres años. Los doctores quieren conocer los mecanismos moleculares implicados en el desarrollo del cáncer de hígado para encontrar dianas que mejoren el diagnóstico y el seguimiento de las enfermedades hepáticas. También abordarán nuevas vías de prevención y tratamiento que podrían cambiar el curso de estas enfermedades. La investigación se centrará en nuevos caminos para tratar la cirrosis, con el objetivo de recuperar la función hepática, reducir la necesidad de trasplante y prevenir el desarrollo de cáncer de hígado.
Estudiarán estrategias de inmunoterapia centradas en la vacunación terapéutica y en la terapia celular adoptiva frente al cáncer de hígado. Y tratarán de desarrollar nuevos métodos para atacar a las células cancerosas inhibiendo los genes alterados del tumor. Los doctores Ávila y Lasarte avanzan que «el valor de esta nueva investigación radica en el abordaje multidisciplinar, donde se va a profundizar en los mecanismos implicados en el cáncer de hígado para identificar nuevas dianas terapéuticas y desarrollar estrategias innovadoras para prevenir y curar el desarrollo de hepatocarcinoma».
Giró celebró que los programas de investigación «contribuyen a ampliar las fronteras del conocimiento orientando su intervención hacia la búsqueda de soluciones a los grandes retos de la humanidad, como mejorar la salud de millones de personas».