El estudio confirma la relación entre el consumo de antibióticos y el desarrollo de resistencia de las bacterias.

Fuente: Infosalus

El consumo humano total de antibióticos en España ha permanecido relativamente constante durante los últimos tres años, aunque se sitúa entre los más elevados de Europa, mientras que en el ámbito hospitalario se ha registrado una subida del 9,5 por ciento desde el año 2012, de acuerdo con las conclusiones principales del primer Informe JIACRA España (JIACRA-ES), elaborado en el marco del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

El Informe JIACRA-ES se ha elaborado de acuerdo con la metodología utilizada en los informes JIACRA europeos (Joint Interagency Antimicrobial Consumption and Resistance Analysis) publicados en 2015 y 2017 por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).

Se trata del primer análisis integrado centrado en el estudio de datos españoles, incluyendo cifras de consumo de antibióticos y resistencia en salud humana y sanidad animal, así como la relación entre ambos, recogidos entre 2012 y 2016 en España.

La coordinadora del PRAN en el Departamento de Medicamentos Veterinarios de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), Cristina Muñoz Madero, ha sido la encargada de presentar y detallar este informe en la jornada científica 'Consumo de antibióticos y transmisión de resistencia entre humanos y animales: ¿un riesgo real?', organizada por la Fundación Ramón Areces en colaboración con la AEMPS, y que ha sido inaugurada por la directora de la AEMPS, Belén Crespo Sánchez-Eznarriaga.

Las cifras extraídas del informe, como ha indicado Cristina Muñoz Madero, tanto en personas comparadas con personas, como en animal comparado con animal y en animal comparado con personas, confirman una "relación positiva" entre la cantidad de antibióticos usados en personas y animales y el desarrollo de resistencia en las bacterias de ambos. "Sobre todo en el caso animal comparado con animal y mínima entre animal comparado con personas. Sin embargo, dichas correlaciones son sobre todo ecológicas y no indican necesariamente causa-efecto", ha puntualizado responsable del PRAN.

De esta forma, el estudio concluye que "la reducción en el consumo de antibióticos tendría su mayor repercusión en la reducción de resistencias del mismo conjunto poblacional, personas o animales, pero también, aunque en menor medida, la reducción del uso de antibióticos en medicina veterinaria tendrá efectos beneficiosos sobre los porcentajes de resistencias en bacterias aisladas de personas".

"Hay que usar los antibióticos de forma prudente y reducir su consumo tanto en humanos como en animales", ha recomendado Muñoz Madero, puntualizando que "en veterinaria se deben usar cuando sean estrictamente necesarios".

Para la especialista, este problema de la resistencia a los antibióticos se debe abordar "desde un punto de vista multidisciplinar, con el denominado enfoque 'One Health', que engloba una sola salud", y que ha sido el eje de todas las ponencias de este encuentro.

A continuación, ha reconocido que el estudio cuenta con "limitaciones", entre otras razones, por el período de recogida de datos y porque se ha estimado el consumo hospitalario pero, en cualquier caso, ha recalcado que las tendencias observadas, similares a las registradas en los informes JIACRA europeos, sí permiten establecer un "punto de partida para continuar evaluando la influencia del consumo en el aumento de los porcentajes de resistencia en bacterias de personas y animales, así como evaluar las medidas puestas en marcha en la actualidad".

2.956 MUERTES POR INFECCIONES DE BACTERIAS MULTIRRESISTENTES

En su intervención, la directora de la AEMPS ha confirmado que, de acuerdo con datos oficiales del Registro de Actividad de Atención Especializada (CMBD), en 2015 se contabilizaron en España un total de 3.058 muertes por infecciones provocadas por bacterias multirresistentes. En 2016 esta cifra se redujo a 2.956, aunque Belén Crespo ha puntualizado que resulta "prematuro valorar esta reducción como una tendencia a la baja".

Sí que se puede establecer como "un cambio de tendencia muy significativo y constante" que en el área veterinaria, tal y como ha expuesto Cristina Muñoz Madero, el consumo de antibióticos ha registrado una reducción estimada de un 14 por ciento desde el año 2014, un hecho que la responsable del PRAN ha calificado como "una disminución muy relevante".

Pasando a detallar punto por punto el informe, Muñoz Madero ha señalado que, en salud humana, se ha encontrado relación entre el consumo de cefalosporinas de 3ª y 4ª generación en el ámbito hospitalario y la prevalencia de resistencias a cefotaxima en cepas de Klebsiella pneumoniae invasivas. Los resultados de los análisis muestran, además, una relación significativa entre el uso de carbapenémicos y los porcentajes de resistencias a imipenem en las cepas invasivas de K. pneumoniae.

Por otra parte, los aumentos de la resistencia a cefotaxima e imipenem detectados en aislamientos invasivos de K. pneumoniae entre 2012 y 2016 presentan una relación con el aumento del consumo de antibióticos carbapenémicos y de colistina, respectivamente.

Finalmente, y "aunque se trata de una tendencia mucho menos clara que las anteriores", también se ha registrado relación entre el porcentaje de resistencia a macrólidos de cepas de Campylobacter jejuni y Campylobacter coli de origen animal y el porcentaje de resistencia de las cepas de origen humano.

ANTIBIÓTICOS MÁS UTILIZADOS

El informe JIACRA-ES también recoge las últimas tendencias registradas de consumo de antibióticos en el ámbito nacional, incluyendo Atención Primaria (receta oficial), la estimación del consumo hospitalario y la suma total de ventas de antibióticos de uso veterinario.

De acuerdo con los datos de 2016, los antibióticos más utilizados en Atención Primaria pertenecen a las familias de los betalactámicos (64,09 por ciento), los macrólidos (10,47) y las quinolonas (10,54), mientras que los más usados en medicina veterinaria son las tetraciclinas (45,35), seguidas de los betalactámicos (35,67) y las polimixinas (8,5).

Las bacterias de origen humano estudiadas han sido agentes patógenos implicados en infecciones, en concreto 34.695 cepas invasivas de Escherichia coli y 8.073 de K. pneumoniae. Las cepas de origen animal se han obtenido en explotaciones ganaderas o mataderos, de animales sanos, y cepas no invasivas o comensales.

Para el análisis de sus niveles de resistencias se han estudiado 15.319 aislados de Salmonella spp. (animales y alimentos); 1.485 aislados de Campylobacter spp. (alimentos); 1.560 cepas de Campylobacter spp. (animales) y 2.042 cepas de E. coli (animales).

Un total de 18 expertos de 9 instituciones y organismos han desarrollado este análisis bajo la coordinación del PRAN: el Centro Nacional de Microbiología (CNM); el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA); la Agencia Española de Consumo, Seguridad alimentaria y Nutrición (AECOSAN); el Laboratorio Central de Veterinaria-Algete (MAPAMA), el Laboratorio de Referencia de Cataluña; la Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria (MAPAMA) y el Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (VISAVET- UCM).

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