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Un mal uso de algunos aparatos tecnológicos puede crear importantes problemas de salud. Es el caso del uso abusivo de smartphones y tablets entre los más pequeños.
El acceso a las nuevas tecnologías se ha extendido a un ritmo frenético en pocos años entre la población infantil de todo el mundo, llegando a ser habitual encontrar niños manejándolos con tal maestría que puede sorprendernos.
Sin embargo, no se tiene en cuenta que con el uso abusivo de esos terminales sus ojos se están exponiendo en exceso y por ello acelerando el desarrollo de la miopía.
El equipo médico de oftalmología pediátrica de Oftálica que dirige el doctor Enrique Chipont, advierte que "un excesivo uso de los teléfonos móviles, unido al estrés que generan los juegos con pantallas, puede afectar a los ojos de los pequeños".
De hecho, en torno a un 30% de los problemas visuales que presentan los niños que acuden a la consulta son consecuencia del uso de videojuegos y aparatos electrónicos.
El doctor Chipont recomienda "utilizar durante la fase de maduración del aparato ocular métodos de prevención tales como controlar el tiempo de exposición, aplicar condicionantes posturales y realizar ejercicios que entrenen la visión periférica. A todo esto hay que añadir elpoder adictivo que pueden suponer los smartphones para los niños de entre diez y doce años".
Cabe destacar que existen dos elementos fundamentales que originan la miopía: la estructura genética y el uso que se haga de los ojos.
Si existen antecedentes familiares, la posibilidad de que la miopía aparezca es bastante amplia. A pesar de ello, no hay que olvidar que durante la niñez se marcan las pautas para la futura visión de una persona, por lo que los hábitos adquiridos durante esa etapa contribuirán a acelerar o ralentizar esta anomalía visual.
Es importante destacar que el abuso de la exposición visual a tabletas o dispositivos móviles cuando el aparato ocular aún está en fase de maduración puede anticipar la aparición de la miopía.
"Para los niños de tres y cuatro años, cuando la visión todavía no está madura, resulta totalmente perjudicial, y con niños de más edad, a partir de 10-12 años, se ha de dosificar porque también es un componente muy adictivo", explica el doctor Chipont.
El estrés que genera el juego con pantallas también puede perjudicar el desarrollo de la vista. Por ello, es recomendable previr mediante la postura, el control del tiempo de exposición a las pantallas, hacer deporte para entrenar la visión periférica y realizar revisiones periódicas en el oftalmólogo.
-Mantener el dispositivo a una distancia media de los ojos de unos 25-30 cm aproximadamente dependiendo del tamaño de la pantalla.
-Evitar mantener muy alto el nivel de iluminación de la pantalla.
-Limitar las horas diarias de uso de la pantallas a dos horas como mucho.
-No es recomendable un estrés alto en el juego.
-Una iluminación adecuada en la habitación ayuda a minimizar el efecto de la pantalla.
Es fundamental que ante cualquier sospecha de dificultad en la visión del niño se acuda al especialista en oftalmología.