Fuente: ABC
La migraña es un trastorno neurológico altamente incapacitante caracterizado por la presentación de cefaleas muy intensas y recurrentes. Un trastorno que según los datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) padecen más de 3,5 millones de personas en nuestro país, en hasta un millón de casos con carácter crónico –es decir, padecen migrañas más de 15 días al mes–. Y un trastorno que resulta mucho más común en las mujeres, sobre todo una vez superada la menopausia. Pero, ¿a qué obedece esta diferencia de género? Pues como han mostrado infinidad de investigaciones, al papel de las hormonas sexuales femeninas, o lo que es lo mismo, los estrógenos, en la aparición –e intensidad– de las migrañas. Entonces, ¿qué sucede con los varones que padecen migraña? ¿Es posible que los estrógenos también jueguen un papel en las cefaleas masculinas? Pues sí. De hecho, un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Leiden (Países Bajos) muestra que los varones con migrañas tienen niveles elevados de estrógenos.
Como explica Ron van Oosterhout, director de esta investigación publicada en la revista «Neurology», «distintos estudios previos han mostrado que los niveles de estrógenos pueden influir tanto en la aparición de las migrañas en mujeres como en la intensidad de estas cefaleas, pero la verdad es que se sabe muy poco acerca de si las hormonas sexuales también juegan un papel en las migrañas en los varones. Y en este sentido, nuestro trabajo muestra niveles elevados de estrógeno en los varones con migraña, así como síntomas asociados a unos menores niveles de testosterona».
Hormonas ‘migrañosas’
En el estudio, los autores contaron con la participación de 17 varones que, con un promedio de edad de 47 años y un peso saludable, padecían una media de tres episodios de migraña al mes y no tomaban ninguna medicación que alterara sus niveles hormonales. Y lo que hicieron fue evaluar sus niveles de estradiol –un tipo de estrógeno– y testosterona en sangre, para lo cual les tomaron cuatro muestras de sangre diarias –una cada tres horas– todos los días hasta que padecieron una migraña –día en el que, por fin, se acabaron las extracciones.
Es más; con objeto de comparar los resultados de los análisis, los autores contaron también con 22 varones que, de la misma edad y peso corporal, no padecían migrañas. Unos participantes que conformaron el consabido ‘grupo control’ y a los que asimismo también se les extrajeron muestras de sangre –lógicamente, en un día sin cefalea, dado que no las padecían.
Tal y como ocurre en las mujeres, los niveles de estrógenos podrían influir en la aparición e intensidad de las migrañas en los varones
Los resultados mostraron que, comparados a los del grupo control, los varones con cefaleas presentaban mayores niveles de estrógenos, o más concretamente, de estradiol, entre los episodios de migraña –97 picomoles por litro (pmol/L) frente a 69 pmol/L–, siendo los niveles de testosterona similares en ambos grupos. En consecuencia, el cociente testosterona-estrógeno fue inferior en los varones migrañosos que en los participantes sin cefaleas –3,9 frente a 5,0–. Además, y aparecidos los síntomas pre-migrañosos –entre otros, la fatiga, la rigidez muscular y el aumento del apetito– unas 24 horas antes de la aparición de la migraña, los participantes con cefaleas experimentaron un aumento de su concentración de testosterona.
Finalmente, los autores analizaron la posible presencia de síntomas asociados a la deficiencia –relativa, que no patológica– de testosterona, caso de los trastornos del estado del ánimo y sexuales y la falta de energía. Y lo que vieron es que estos síntomas eran mucho más frecuentes, así como mucho más intensos, en los pacientes con migraña. Concretamente, y mientras un 27% de los varones sin cefaleas mostraban síntomas relacionados con unos niveles disminuidos de testosterona, este porcentaje se elevó hasta un 61% en los participantes con migraña.
Hay que seguir investigando
En definitiva, y de manera similar a como ocurre en las mujeres, parece que los niveles de estrógenos también juegan un papel muy importante en la aparición de las migrañas en los varones. Un hallazgo que debe ser estudiado más profusamente con objeto de averiguar si la ‘corrección’ de estos niveles puede prevenir o tratar estas cefaleas masculinas.
Como concluye Ron van Oosterhout, «necesitamos más investigaciones y con poblaciones más grandes para validar nuestros resultados. Y también se requiere un mayor estudio del papel exacto que juegan los estrógenos en los varones con migraña para ver si las fluctuaciones en los niveles de estas hormonas se asocian, tal y como ocurre en las mujeres, con la actividad de las migrañas».