Fuente: El Mundo

Los hábitos alimentarios en la Comunidad Valenciana son en general insanos y no siguen la dieta mediterránea. Así lo señala el informe elaborado por el Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (CODiNuCoVa), «¿Cómo comemos en la Comunidad Valenciana?», que ayer presentaron la presidenta y el secretario de CODiNuCoVa , Paula Crespo y Luis Cabañas.

En el estudio- el primero que se realiza en España por profesionales de la nutrición- han participado 450 nutricionistas, que han examinado los hábitos alimentarios, rutinas y déficits de la dieta valenciana en función de la franja de edad. De este modo, la investigación otorga a la Comunidad Valenciana una puntuación de 6 sobre 10 en alimentación. Por provincias, Valencia es la que mejor nota registra (6,8), seguida de Alicante (5,7) y Castellón (5).

Es decir, los especialistas consideran que la dieta de los valencianos carece de verduras, hortalizas y legumbres, frente al exceso de pasta, arroz, pan y cereales, en su mayoría ultraprocesados o refinados (a pesar de que los alimentos menos consumidos son los que más se producen en la Comunidad). En concreto, estos hábitos se dan sobre todo en la población menor de 18 años, cuya alimentación ha sido valorada como «mala» por casi la mitad de los expertos, ya que abundan los dulces y la bollería. De hecho, uno de cada cuatro niños valencianos padece sobrepeso y el 18% obesidad infantil, enfermedad en la que España se sitúa tercera del mundo, por detrás de Estados Unidos y México. En este sentido, según los expertos el desayuno es la peor comida que realizan los menores de la Comunidad, debido a la publicidad engañosa que transmite pautas de alimentación poco saludables. Para Cabañas, esto es un problema porque los buenos hábitos comienzan en la infancia: «Niños que comen mal hoy serán adolescentes que coman mal mañana, y pasado mañana adultos con problemas de obesidad y salud», subraya.

Pero no solo los niños y adolescentes tienen una alimentación deficiente. Según Crespo, «desayunar bollería o alimentos ultraprocesados o evitar las cenas porque no son necesarias son dos pautas de alimentación erróneas que se han generalizado en la población valenciana». Así, el estudio también concluye que existen datos «alarmantes» en los mayores de entre 60 y 75 años, quienes cuentan con malos hábitos en la cena, debido sobre todo a la soledad. Además, los expertos destacan que los jóvenes de entre 18 y 30 años tienen una alimentación «regular», por falta de tiempo y por comer fuera de casa alimentos precocinados o bocadillos -algo que hacen tres de cada cuatro personas en este rango de edad-. Al contrario, los mejor valorados son los adultos de entre 45 y 60 años, a quienes el 36,1% de los dietistas-nutricionistas les otorga una puntuación positiva, aunque no excelente. En esta línea, la presidenta resalta que llevar una correcta alimentación, es necesario reducir el consumo de cereales refinados, disminuir la ingesta de carne y aumentar la de legumbres y fruta, así como dar prioridad a los alimentos frescos.

Asimismo, el informe revela que, pese a que un 67% de los valencianos está preocupado por su dieta, «no consideran importante acudir a un nutricionista ni recibir información y asesoramiento». Además, cuando lo hacen, en el 99% de las ocasiones es para mejorar su imagen, y solo un 1% consulta al especialista para aprender a comer de manera saludable. En otro orden de cosas, la investigación destaca que los valencianos comen en menos de 20 minutos, lo que según Cabañas está «mal», ya que la digestión empieza en la boca: «Si se come en menos de 20 minutos es difícil hacer una buena digestión, se mastica menos, nos sienta peor y no se disfruta», matiza el secretario de CODiNuCoVa.