Fuente: La Razón
Científicos de la Universidad de Birmingham, en el Reino Unido, están un paso más cerca de desarrollar unas gotas para los ojos que podría revolucionar el tratamiento para la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), principal causa de ceguera en el mundo desarrollado.
La prevalencia de esta enfermedad está aumentando drásticamente a medida que la población envejece y se estima que, en 2020, habrá alrededor de 200 millones de personas en todo el mundo con esta afección.
Actualmente, la DMAE se trata con inyecciones de medicamentos que salvan la vista y que deben ser administrados por profesionales médicos. Los científicos dirigidos por la doctora en bioquímica Felicity de Cogan, del Instituto de Microbiología e Infección de la Universidad de Birmingham, han inventado un método para administrar estos medicamentos que se inyectan de forma alternativa como gotas para los ojos.
Una investigación de laboratorio publicada el año pasado en ‘Investigative Ophthalmology & Visual Science (IOVS)’ demostró que estas gotas oftálmicas tienen un efecto terapéutico similar al del medicamento inyectado, en ratas. Ahora los científicos de Birmingham han llevado su investigación un paso más allá al investigar el efecto de las gotas oculares en los ojos más grandes de conejos y cerdos, que son más similares a los ojos humanos.
Este último estudio, también publicado en ‘IOVS’, demuestra que las gotas oftálmicas pueden administrar una cantidad terapéuticamente eficaz de los fármacos a la retina del ojo de mamífero más grande.
La tecnología en que se basan estas gotas para los ojos es un péptido que penetra en las células y que puede administrar el medicamento a la retina (la parte posterior del ojo). Las patentes pendientes de los científicos para las gotas oftálmicas ahora son propiedad de la compañía estadounidense Macregen Inc, y un equipo de investigadores de Birmingham está trabajando con la compañía para desarrollar una nueva gama de terapias para la DMAE y otras enfermedades oculares.
El equipo combinado ahora está agilizando los estudios de prueba de concepto para confirmar la validez del enfoque terapéutico. Los ensayos clínicos serán inminentes una vez que se completen estos estudios, y podrían comenzar ya en la primavera de 2019.
La doctora De Cogan ha explicado que durante varios años su equipo se ha centrado en el desafío de administrar medicamentos a la parte posterior del ojo. «Desde el comienzo, nos dimos cuenta de que administrar medicamentos mediante gotas para los ojos significaría que los pacientes pueden administrárselos ellos mismos, y esto sería menos costoso, ahorrar tiempo para los pacientes y proveedores de atención médica y reducir las complicaciones potenciales que pueden surgir de las inyecciones», añade.
«Ahora hemos demostrado que las gotas oculares funcionan en el ojo de los mamíferos más grandes, y agradecemos la inversión comercial y la experiencia de Macregen para poder ofrecer un programa de investigación y desarrollo estructurado que debería aportar beneficios concretos a las personas con DMAE y enfermedades oculares».
El profesor Robert Scott, oftalmólogo consultor y profesor honorario de oftalmología de la Universidad de Birmingham, ha explicado que «los péptidos que penetran en las células impulsarán la próxima generación de tratamiento para las personas con DMAE. Serán transformadores para los pacientes que actualmente tienen que organizar sus vidas en torno a las visitas mensuales a la clínica por inyecciones intraoculares incómodas, que en el futuro tendrán la conveniencia de autoadministrarse su tratamiento médico».
Por su parte, Keith Roizman, fundador, presidente ejecutivo y director de tecnología de Macregen ha admitido que «se espera que Macregen y los posibles socios estratégicos y licenciatarios de la compañía realicen inversiones significativas en estudios de prueba de concepto de laboratorio, los posteriores programas de investigación y desarrollo y ensayos clínicos». «También seguiremos los programas reglamentarios necesarios y necesarios para que estas gotas para los ojos estén disponibles para los pacientes», ha concluido.