El calor produce efectos en el cuerpo humano y algunas reacciones habituales son debilidad, fatiga, dolor de cabeza, falta de apetito, insomnio o calambres. Por eso es importante darse cuenta de estos síntomas y actuar cuando se presenten.
Dos situaciones graves que pueden provocar las altas temperaturas en las personas son los conocidos como ‘golpe de calor’ y ‘agotamiento por calor’.
- El golpe de calor sucede cuando falla la regulación de la temperatura del cuerpo y supone una urgencia médica extrema porque es de aparición muy rápida, de 1 a 6 horas, y puede tener una evolución fatal en menos de 24 horas si no se trata rápidamente.
En el golpe de calor se presentan síntomas como piel roja y seca, se nota una mayor temperatura de la superficie de la piel, el pulso es fuerte y acelerado, un dolor fuerte y palpitante en la cabeza, náuseas y vómitos, e incluso se puede dar una pérdida de consciencia.
Si se da un golpe de calor se debe intentar que baje la temperatura de la persona, yendo a un lugar fresco y aplicando agua con paños o con una ducha. Si el afectado llega a estar inconsciente y vomita, hay que mantener sus vías aéreas libres, ladeando su cabeza. Y intentar conseguir ayuda médica lo antes posible.
- Respecto al agotamiento por calor, el síndrome de agotamiento-deshidratación es la consecuencia de la alteración del metabolismo hidro-sódico provocado principalmente por las pérdidas por el sudor; y aparece en pocos días.
En este caso los síntomas comunes que presentan son que la piel se pone fresca y húmeda, el pulso está rápido y débil, y la respiración se vuelve acelerada y poco profunda.
La forma de actuar es igual que en el caso anterior, y se pueden tomar líquidos que no sean bebidas alcohólicas.
Otras situaciones que se dan habitualmente por el calor son los calambres, para los que es conveniente descansar y también tomar zumos diluidos o bebidas para deportistas. Y también son comunes las quemaduras solares, ante lo cual se han de refrescar y consultar a su médico.
GRUPOS DE RIESGO
Hay ciertos grupos de población que tienen más riesgo ante una situación de temperaturas elevadas: los niños y niñas menores de 5 años, las personas mayores de 65 años, las mujeres embarazadas, personas con algunos tipos de diversidad funcional, personas con sobrepeso, gente que tenga que realizar una actividad que suponga esfuerzo físico, y las personas enfermas o que estén tomando determinados medicamentos. Por eso conviene consultar al farmacéutico en caso de duda.
La Conselleria de Sanitat de la Comunitat Valenciana ha enumerado una serie de medidas para prevenir posibles riesgos en la salud en situaciones de altas temperaturas y ante los efectos del sol:
-Tome abundante agua, y líquidos sin alcohol ni cafeína.
-Aporte sales minerales al cuerpo, para reemplazar lo que se pierde por el sudor. Si tiene limitado el consumo de sal, consulte con su médico.
-Coma pequeñas cantidades de comida, y especialmente elija verduras y frutas.
-Use ropa apropiada, ligera, de colores claros y que no sea ajustada.
-Protéjase para los rayos solares, con cremas protectora y accesorios como gorras para cubrir la cabeza.
-Evite esfuerzos físicos innecesarios. En el momento que se den síntomas como cansancio o mareos, interrumpa la actividad.
-Utilice el aire acondicionado, si se tiene y sin bajar demasiado la temperatura ambiente.
-Planee las actividades en la mañana o al atardecer, evitando las horas centrales.
-Compruebe el estado de niños y ancianos, y si toman suficientes líquidos; porque su sensación de sed puede no ser efectiva.
-No deje nunca a niños, personas mayores o animales domésticos en un coche aparcado, aunque sea un espacio corto de tiempo ni aunque el vehículo esté situado a la sombra.
Estas recomendaciones son generales, y la ante una situación concreta es conveniente consultar al personal sanitario.
Los bebés y los niños son un grupo para el que incide en algunos aspectos como buscar un lugar a la sombra fresco y ventilado para proteger al bebé de los rayos solares, teniendo cuidado con el sol en las horas centrales del día (entre las 12 y las 15 horas), nunca exponer a los bebés y niños directamente al sol, y aplicar crema de protección solar adecuada a la edad y a las características del bebé o niño ya que su piel tiene menos mecanismos de defensa.
También utilizar gafas de sol homologadas para proteger sus ojos de las radiaciones solares, vigilar a los niños cuando estén cerca de aguas recreativas, evitar el calor en los desplazamientos en coche y nunca dejarlos solos en vehículos.
MEDICAMENTOS DURANTE UNA OLA DE CALOR
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) también publicó una serie de recomendaciones relacionadas con los medicamentos en situaciones de altas temperaturas. En ellas recordó que hay determinados medicamentos que pueden agravar los efectos del calor, que son susceptibles de agravar el síndrome de agotamiento-deshidratación y el golpe de calor, y que pueden inducir una hipertermia (aumento patológico de la temperatura del cuerpo).
Por otra parte, desde las farmacias se recuerda hay que tener en cuenta las posibles reacciones si se toman medicamentos fotosensibilizantes, que junto a una exposición a la luz del sol podrían originar daños en la piel. Por estas razones es importante estar informado sobre los medicamentos y consultar a su farmacéutico o a su médico.
A la hora de almacenar los medicamentos, estos se deben conservar en sitios frescos, secos y limpios, en su envase original, intentando evitar su exposición a la luz del sol y a altas temperaturas. Y no hay que olvidar que algunos medicamentos se tienen que guardar en el frigorífico.