FUENTE: Diariofarma
El Gobierno de la comunidad valenciana ha emitido un comunicado para informar de que el gasto realizado en los últimos tres años para las ayudas al copago farmacéutico en colectivos vulnerables ha ascendido a los 127 millones de euros. Concretamente, recuerdan que para este último año se han presupuestado 69,4 millones para este fin.
Desde la Consellería de Sanidad han recordado que las primeras ayudas, aprobadas en 2016, estaban destinadas a colectivos de pensionistas con rentas bajas y personas con diversidad funcional, las cuales se ampliaron al año siguiente a menores con renta baja y a menores no registrados ni autorizados a residir en España, y en 2018 a personas en situación de desempleo con rentas bajas. Recientemente, en el mes de agosto, se han hecho extensibles al colectivo de familias monoparentales.
En total, la medida de la Generalitat habría beneficiado a más de 1.258.000 ciudadanos en 2017 y más de 1.278.000 en los meses que han transcurrido de 2018.
Una de las consecuencias de esta política, indican haciendo referencia a los datos de prestación farmacéutica a través de receta médica, es que se habría conseguido disminuir tanto el abandono o interrupción prolongada de tratamientos previamente instaurados en estos colectivos, como del número de tratamientos nuevos que, siendo prescritos por vez primera, no se han iniciado por no haber sido dispensados.
Desde la Consellería constatan que ya en 2016 se observó una disminución del abandono de tratamientos en los colectivos beneficiarios de las ayudas superior al 30% (30,7%), una reducción que, dicen, se ha incrementado incluso durante los años 2017 y 2018 en estos colectivos, con una reducción del abandono de tratamientos superior al 37% respecto el mismo periodo de 2015, año en que no existían las citadas ayudas. Respecto a la retirada de medicamentos prescritos por primera vez, confirman que en 2017 disminuyeron un 6,3% los tratamientos no dispensados y un 3,8% en los meses que llevamos de 2018.
Al parecer, los menores de edad con rentas bajas, incluidos en las ayudas en febrero de 2017, también habrían mejorado en los datos de abandonos (11,4% y 11,2% respectivamente) respecto el periodo anterior a la entrada en vigor de las ayudas. Asimismo, en el colectivo de desempleados con rentas bajas, cuyas ayudas entraron en vigor en mayo de 2018, se ha observado la disminución de un 6% de los tratamientos abandonados y de un 15% en los tratamientos no iniciados.
Por todo ello, la Consellería apunta que "las ayudas al copago farmacéutico tienen un impacto muy relevante y positivo sobre la disponibilidad de medicamentos para los ciudadanos beneficiarios, al descender tanto el número de tratamientos interrumpidos o abandonados como el número de tratamientos no iniciados". La consellera, Ana Barceló, ha señalado, a este respecto, "la pobreza farmacéutica ha tenido graves consecuencias negativas para la salud de muchos ciudadanos que se vieron avocados a suspender, inclusive a abandonar los tratamientos".