En el mes de julio, las farmacias en Valencia provincia han aumentados sus ventas de medicamentos financiados, respecto al año anterior, aunque en menor medida que la comunidad Valenciana en su conjunto y el resto del Estado, donde se han producido aumentos mayores.
En el mes de julio la aportación de los beneficiarios ha aumentado respecto al pasado mes de junio situándose en el 9,59% de la factura total de activos y pensionistas. El sistema de subvenciones establecido por la Generalitat beneficia a un conjunto de colectivos, y que ha incorporado también a los hijos de quienes tienen ingresos inferiores a 18.000 euros.
En Valencia provincia este mes no ha aumentado la dispensación de medicamentos de precio superior a los 143€. En el mes de julio ha aumentado la dispensación de estos medicamentos un 2,94% en importes con un aumento en recetas del 4,76% respecto al mes anterior. Aunque estos medicamentos representan una cantidad relativamente baja en recetas – solo el 0,69% de las recetas – sin embargo suponen una cifra considerable de facturación: el 10,36% del total facturado este mes, y representan la tendencia que se viene observando y que puede interpretarse como una menor dispensación en hospitales de estos productos.
En este mes se ha producido un importante aumento en el uso de los medicamentos genéricos ya que aumentan un 5,17% en recetas y un 5,15% en valores.
LA SUPRESIÓN DEL COPAGO PARA LOS PENSIONISTAS ACARREARÁ UNA MAYOR UTILIZACIÓN DE RECETAS Y GASTO ASÍ COMO UNA MENOR RENTABILIDAD PARA LAS FARMACIAS.
La negociación que están desarrollando PSOE y Podemos para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado incluye la eliminación – total o parcial – de la aportación de los pensionistas.
La cuestión, sin embargo, es que esta propuesta tendrá, al menos, tres efectos negativos. El primero es que aumentará el gasto público. Según las estimaciones de Farmaindustria, eliminar el copago se traducirá en un aumento de unos 500 millones al año de gasto farmacéutico, un 5% más.
También producirá un aumento de las recetas que disminuyeron considerablemente en la reforma del PP del año 2012.
Y, por último, también afectará a la rentabilidad de algunas farmacias. Ya que la derogación del sistema actual de aportación de los beneficiarios aumentaría el gasto de una forma inmediata en un 4%, y esto no tendría ninguna consecuencia positiva para la economía de las farmacias, ya que esa cantidad se paga ahora por los beneficiarios, y a partir de la derogación, por las Comunidades Autónomas.
La consecuencia negativa para las farmacias es que a una mayor facturación se les deducen cantidades superiores", de modo que algunas saldrían perjudicadas.
En el caso concreto de la Comunidad Valenciana, la subvención establecida para determinados colectivos vulnerables y pensionistas con menores ingresos no ha computado como mayor gasto de la prestación, por lo que caso de que se aplicara una norma de carácter estatal, sí que actuaría como mayor gasto y, por lo tanto, con mayores descuentos y pérdida de rentabilidad para las farmacias.