FUENTE: La Vanguardia
Investigadores del Instituto de Oncología de Vall d’Hebron(VHIO) han desarrollado un anticuerpo que identifica células de cáncer de mama y hace que el sistema inmunitario las ataque sin afectar a células sanas.
El avance, que se presenta esta semana en la revista Science Translational Medicine, puede aportar un tratamiento eficaz y seguro para un tipo de cáncer de mama que habitualmente tiene mal pronóstico. También podría ser eficaz para algunos cánceres de estómago y otros tipos de tumor en los que aún no se ha investigado su posible utilidad.
Además, supone un avance conceptual porque puede ampliar el arsenal terapéutico contra los tumores sólidos con un nuevo tipo de inmunoterapia. La innovación se basa en los llamados anticuerpos biespecíficos, que tienen la capacidad de unir físicamente células inmunitarias con células tumorales –a diferencia de otros anticuerpos que se utilizan contra el cáncer, que se unen únicamente a las células tumorales–.
En los ensayos realizados en ratones, el tratamiento ha sido eficaz incluso contra las metástasis cerebrales del cáncer de mama. Además, no ha tenido ningún efecto secundario, lo que confirma que no daña células de tejidos sanos. “Pero aún no disponemos de un tratamiento que podamos ofrecer a las pacientes”, advierte Joaquín Arribas, investigador Icrea en el VHIO y director del trabajo, que lleva seis años involucrado en el proyecto y prevé seguir adelante hasta que los resultados de la investigación se puedan utilizar en hospitales.
El anticuerpo se fija a un fragmento de la proteína HER2, que se encuentra en niveles anormalmente altos en un 25% de los cánceres de mama. Concretamente, se fija a un fragmento llamado p95HER2, que fue identificado hace diez años por Arribas. Este fragmento favorece el crecimiento del tumor y la formación de metástasis, incluso en pacientes que reciben tratamientos específicos contra la proteína HER2 como la herceptina. El fragmento p95 se encuentra en el 40% de los cánceres de mama en que está alterada la proteína HER2. Por lo tanto, en un 10% de todos los cánceres de mama.
Este 10%, que representa unos 2.500 nuevos casos al año en España, “es un tipo de cáncer para el que es importante encontrar tratamientos eficaces, porque forma parte de la minoría de cánceres de mama que progresan y tienen mal pronóstico”, señala Arribas.
El fragmento p95HER2 también se encuentra en alrededor del 10% de los cánceres de estómago y es posible que esté en otros tumores en los que aún no se ha estudiado su presencia, añade el investigador. Todos ellos serían candidatos a ser tratados con un anticuerpo como el que ha desarrollado el equipo del VHIO en colaboración con la compañía Roche.
Los intentos anteriores de atacar el cáncer con anticuerpos biespecíficos se han visto frenados por sus efectos secundarios. La estrategia de dirigir el sistema inmunitario contra proteínas de las células tumorales tiene efectos tóxicos cuando estas proteínas se encuentran también en tejidos sanos. En este caso, sin embargo, el hecho de que el fragmento p95 sea específico de las células tumorales permite aprovechar toda la potencia del tratamiento sin causar daños.
Pero habrá que confirmar esta seguridad y esta eficacia en futuros ensayos clínicos con pacientes, señala Arribas. La decisión de realizar estos ensayos clínicos, que corresponde a la compañía farmacéutica Roche, aún no se ha tomado.
La investigación ha contado con financiación de la Fundación de Investigación del Cáncer de Mama de EE.UU., de la Asociación Española Contra el Cáncer y del Instituto de Salud Carlos III.