FUENTE: Correo Farmacéutico
La farmacia actual apenas emplea la música en su establecimiento, pero los expertos en marketing sensorial consultados por CF defienden que un buen ritmo y compás ayuda a crear imagen de marca, transmite sensaciones y mejora la experiencia de compra. “Un cliente cómodo es más receptivo y permanece más tiempo en la oficina, de manera que los trabajadores de la botica tienen más oportunidades de hacer mejor su trabajo y que el usuario responda mejor a sus esfuerzos”, dice Francisco Monoyo, del Departamento de Marketing y Venta de la empresa de mercadotecnia Original Music.
Para crear ambiente en la oficina, Monoyo recomienda emplear melodías que generen bienestar emocional en el consumidor. “Según un estudio elaborado por la empresa de marketing auditivo Heart Beats International, el 97 por ciento de los gerentes de marketing de los cien mejores retailers del mundo -como Adidas o Audi- aseguran que la música fortalece la personalidad de su marca”, recuerda.
Ambiente agradable y relajado
Pero a pesar de que las melodías están infrautilizadas en el sector farmacéutico, la música juega un papel importantísimo en estos establecimientos: “Crea un ambiente agradable y relajado, al tiempo que se genera la privacidad necesaria que permite entablar una conversación entre el cliente y el farmacéutico en un clima de confianza”, explica Susana Marugán, responsable de Marketing de la empresa de mercadotecnia sensorial The Sensory Lab.
Pero antes de comenzar a seleccionar la música es preciso tener en cuenta varios factores: a quién se quiere vender, quién compra, qué sensaciones e imagen proyectar y cuánto tiempo es conveniente que el usuario permanezca en la oficina. Así, si la farmacia está cerca de un hospital u ambulatorio es posible que la mayoría de los pacientes estén enfermos o con dolores, “de manera que habrá que procurar que se sientan tranquilos a través de las melodías seleccionadas”, dice Monoyo.
En el caso de que la botica quiera potenciar la zona de dermocosmética, por ejemplo, también es aconsejable emplear música chill out, relajante y sin muchos cambios de ritmo, que transmita pureza, mimo, limpieza y suavidad. “Así se consigue que la percepción del paso del tiempo sea más lenta, de manera que el cliente pueda animarse a probar y a oler los productos”, añade.
En opinión de Marugán, la música en la botica ha de tener un ritmo medio/alto transmitir alegría y con una mezcla de estilos que permitan que todos los públicos se sientan arropados en el establecimiento. “No hay un estilo específico que sea el acertado, pero nuestra recomendación es huir de ritmos estridentes, como la música electrónica o electro-latino, que puedan resultar molestos y crear un estado de angustia”, dice.
La música también puede cambiar en función de la estación del año: “En las boticas que cuentan con un espacio amplio dedicado a la parafarmacia merece la pena variar los estilos musicales en función de la estación para potenciar la venta de determinados productos”, subraya Marugán.
Conectar la radio, un error
Elegir la música exclusivamente en función de las preferencias de los empleados o conectar la radio, en lugar de seleccionar las melodías más adecuadas al establecimiento y su público, son algunos de los principales errores que comete el titular de la farmacia.
También hay que tener en cuenta que “siempre hay que pagar a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) para reproducir un contenido audiovisual en la farmacia”, alerta Monoyo. Además, la música que se reproduzca “debe ser de procedencia legal -CD originales o pagar la licencia de las canciones digitales- y tener permiso para su uso en negocios”, afirma.
Diferentes ritmos para complacer a distintos perfiles de clientes
Estilos musicales para influir en el consumidor, según Original Music.