El de Valencia es considerado el colegio de farmacéuticos más antiguo de España y también del mundo. Este ámbito lo han tratado profesores y expertos de historia de la farmacia. Por ejemplo, se puede citar el ‘Estudio sobre los fueros y privilegios del antiguo Colegio de Apoticarios de Valencia’ de José Luis Valverde y Agustín Llopis González (1979); con el que conocer cómo se fraguó, entre los siglos XIII y XV, la separación de la farmacia y la medicina.
Esta separación se constataba con las primeras regulaciones que prohibían mantener negocios conjuntos o asociaciones entre médicos y boticarios, y limitaban el ejercicio de cada profesión sanitaria a los profesionales debidamente examinados y, por tanto, “suficientes en su arte y práctica”. El origen del Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF) se sitúa en la Edad Media, época de gremios y cofradías medievales, y desde entonces sigue con su actividad.
El Colegio fue fundado el 20 de marzo de 1441 por la reina Doña María de Aragón y Sicilia, esposa del rey Alfonso el Magnánimo, en respuesta a la petición de los boticarios Matías Martí, Pedro Torres y Juan Fuster. Aunque, hay fuentes que sitúan antes la aparición de documentación con la figura del farmacéutico, en 1329, cuando el rey Alfonso IV de Aragón reconoce oficialmente los fueros y privilegios otorgados a los boticarios valencianos.
Con la creación en 1441, además, en el texto de la concesión de la reina a los apoticarios de la ciudad de Valencia aparece por primera vez la palabra ‘colegio’, y usado como tal.
Una referencia a la fecha de 1329 se da en la Real Orden de 9 de septiembre de 1916, publicada el 12 de septiembre en la Gaceta de Madrid (precedente del Boletín Oficial del Estado - BOE). En este documento se reconoce al Colegio “la antigüedad y prerrogativas del antiguo Colegio de farmacéuticos de Valencia” y lo hace considerando acreditada sus orígenes “desde 1329”.
En esa Real Orden se concede también “para que usen los colegiados una medalla distintivo de ese Colegio, con el escudo de España en el anverso y el de la provincia en el reverso”, con el objetivo de distinguir a esta corporación oficial “de las demás de la misma índole existentes en España".
En el año 2016 el MICOF celebró el 575 aniversario de su fundación con una serie de actos, entre los que rindió homenaje a su fundadora, y se restauró su sepulcro ubicado en el Monasterio de la Trinidad, situado en la orilla del río Turia a su paso por la ciudad de Valencia.
CONCESIÓN DEL TÍTULO DE ‘MUY ILUSTRE’
Hay otra distinción particular que tiene el Colegio de Farmacéuticos de Valencia: el título de ‘Muy Ilustre’, concedido por el rey Alfonso XIII en 1916, y publicado en la Gaceta de Madrid el 5 de octubre. Se otorgó en reconocimiento, según se puede leer en el boletín oficial, a su antigüedad y a los esfuerzos de sus colegiados “en circunstancias aciagas para Valencia”.
Así se hizo referencia a las acciones humanitarias que llevaron a cabo en las riadas de aquellos años. Por similar razón el MICOF recibió el 24 de junio de 1983 la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad, por su actuación en las inundaciones que afectaron en gran medida a las comarcas de las Riberas en la Pantanada de Tous.
Buena prueba de que los reconocimientos recibidos históricamente por los Colegios de Farmacéuticos responden a méritos procedentes de su relevante actuación profesional y humanitaria, atestiguando una dilatada historia de la Farmacia española en favor de la salud pública y la sanidad.