FUENTE: 20 minutos
En el ictus, el tiempo es cerebro; cada minuto que pasa cuenta porque desde que aparecen los síntomas se pierden miles de neuronas que se pueden salvar si se aplican lo antes posible medidas de tratamiento adecuadas, pero antes de llegar a esta situación el 90 % de ellos se puede prevenir.
Este es el mensaje que han enviado desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos y la asociación de pacientes Freno al Ictus, de cara a la conmemoración este 29 de octubre, del Día Mundial de este trastorno brusco de la circulación cerebral en el que hay un área afectada de forma transitoria o permanente por isquemia o hemorragia.
Farmacéuticos y pacientes se han unido para promover una campaña de prevención del ictus en las farmacias y utilizarlas de 'escaparate' para que la población conozca cuáles son los síntomas de esta enfermedad, que es la segunda causa de muerte en España (la primera en la mujer) y que cada año afecta a 187.000 españoles.
Los síntomas que hay que saber reconocer y deben hacer pensar en un ictus, según ha señalado en rueda de prensa la coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (SEN), María Alonso, aparecen casi todos "de una forma muy brusca, no avisan".
Síntomas del ictus
El término ictus hace referencia a una palabra griega que significa 'golpe'.
Puede aparecer una pérdida brusca de la fuerza o sensibilidad en un lado del cuerpo y en muchos casos la cara se tuerce como único síntoma, pero también puede existir dificultad para hablar o atender lo que se le dice.
También puede darse una pérdida brusca de visión en un ojo o en una parte del campo visual, o de la estabilidad o un dolor muy intenso de cabeza, que no es habitual.
Cómo actuar ante un ictus
Si un paciente o sus familiares detectan uno de esos síntomas no deben perder el tiempo, según ha explicado Alonso, junto al presidente de los farmacéuticos, Jesús Aguilar.
Lo primero que hay que hacer es llamar al 112, no hay que trasladar al paciente a ningún servicio de urgencia por nuestra cuenta, ni darle ninguna medicación porque está demostrado que solo sirve para retrasar un correcto diagnóstico y tratamiento.
Los servicios sanitarios de urgencia, además, participan en el plan de atención al ictus, con lo que pueden aplicar los primeros tratamientos para estabilizar al paciente y conseguir que llegue en las mejores condiciones al hospital.
En el hospital, a través de un escáner, se determinará si se trata de un infarto cerebral o ictus esquémico (producido por el taponamiento o la oclusión de una arteria debido a un coágulo y suponen alrededor del 80 % de los ictus) o de una hemorragia cerebral, causada por la ruptura de un vaso.
Los síntomas son los mismos, pero los tratamientos son distintos, y en el caso de las hemorragias están menos desarrollados, aunque se sigue investigando con nuevos para disminuir los efectos.
Prevención
Hay factores de riesgo vascular que no se pueden modificar como la edad (el riesgo aumenta con los años), el sexo (la incidencia es mayor en las mujeres a partir de los 85), el historial familiar y la raza (hay más riesgo en los individuos negros americano).
Pero hay otros en los que se puede incidir como la hipertensión arterial, la diabetes, la hipercolesterolemia, tabaquismo, obesidad, la vida sedentaria, el consumo de alcohol, los anticonceptivos o las enfermedades cardiacas.