FUENTE: Levante EMV
El Virus de la Inmunodeficiencia Humana fue, durante demasiados años, un seguro de muerte. VIH era sinónimo de sida, una palabra maldita marcada a fuego en la sangre de la memoria colectiva a finales del siglo pasado.
Cerca de cuatro décadas después de los primeros casos de VIH, en este 1 de diciembre, Día Internacional contra el sida, la medicina ha logrado derribar muros que parecían infranqueables. Lejos de alcanzar la cura definitiva, el arsenal farmacológico con el que las personas seropositivas afontan su vida cronifica la enfermedad hasta lograr que sea indetectable e intransferible. Son, junto a la detección precoz, los tres objetivos que se esperan alcanzar en los próximos años para el 95 % de los casos.
En 1992, Benetton lanzó una polémica campaña publicitaria protagonizada por un enfermo terminal de sida. La imagen de un enfermo demacrado por la enfermedad o por los efectos secundarios de las primeras medicaciones dejó de corresponderse con la realidad de una persona seropositiva hace años gracias a los antirretrovirales que paralizan el proceso de la enfermedad pero que son incapaces de fulminar el estigma que soportan los seropositivos.
La doctora Concha Santos, del Centro de Información y Prevención del Sida (CIPS) de València, admite que el pronóstico del VIH «ha cambiado mucho en 30 años». Sin embargo, «las infecciones no disminuyen», solo en la C. Valenciana se detectaron 476 nuevos casos en 2017. Santos apunta que los casos de sida son «anecdóticos», pero los nuevos contagios se ceban con la población más joven que, tal vez ajena al miedo que provocaba el VIH en el pasado, reiteran algunas prácticas de riesgo. La doctora Mar Vera, del Centro Sanitario Sandoval, un referente nacional e internacional que dirige Jorge del Romero, recuerda que «una cosa es VIH y otra desarrollar sida», la fase terminal del virus.
La desinformación genera falsas creencias como que el VIH se transmite por besar, nada más lejos de la realidad. Erradicado el riesgo de infección mediante transfusiones sanguíneas, las principales conductas de riesgo son sexuales. La doctora Vera incide, no obstante, en el repunte que han registrado en la clínica de conductas tóxicas relacionadas directamente al chemsex, orgías en las que se practica sexo sin protección durante varios días gracias al consumo de drogras como la cocaína o la ketamina inyectable.
Una de las peticiones cada vez más extendidas entre el colectivo HSH (hombres que mantienen sexo con hombres, no necesariamente homosexuales), el principal afectado por el VIH, es la legalización de la profilaxis preexposición, una pastilla que evita la infección en personas seronegativas. Aunque en España es ilegal, parejas serodiscordantes o personas con mucha actividad sexual recurren a la pastilla, disponible más allá de nuestras fronteras. Desde la medicina recuerdan que, pese al avance, la PrEP es solo un complemento al preservativo.