FUENTE: Correo Farmacéutico
Un botiquín no es un almacén con restos de medicamentos. De hecho, el Consejo General de COF, la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac) y Sigre llevan años concienciando a la ciudadanía sobre las ventajas de revisarlo periódicamente para evitar automedicarse con fármacos que han sobrado de tratamientos anteriores y que podrían ser perjudiciales para la salud. En este proceso, la guinda medioambiental la pone Sigre: “La revisión del botiquín se ha convertido en un momento clave de la colaboración ciudadana con Sigre, ya que el destino final de los envases y restos de medicamentos que se retiran es el Punto Sigre de la oficina de farmacia”, explica Juan Carlos Mampaso, su director general.
El contenido del botiquín casero, según el Consejo General de COF, “debe contener material de limpieza y cura de lesiones en la piel (gasas, algodón, esparadrapo, vendas, apósitos, suero fisiológico, solución antiséptica, crema para quemaduras leves...), termómetro y ciertos medicamentos para el autocuidado que no precisen de receta médica: analgésicos, antiinflamatorios, antipiréticos o antiácidos”, explica Vicente Colomer Molina, secretario del COF de Valencia y vocal de Farmacia Comunitaria. Añade que, además, debe estar en un lugar fresco, limpio, seco y protegido de la luz. “Es importante evitar zonas donde pueda haber humedad y/o cambios bruscos de temperatura (como la cocina o el baño) que puedan afectar a la estabilidad o degradar los medicamentos”, dice.
REVISAR EL BOTIQUÍN DE CASA
Desde que se implantaron los Puntos Sigre, la entidad ha incorporado en sus campañas de comunicación al ciudadano mensajes sobre la necesidad de revisar periódicamente el botiquín doméstico y retirar los fármacos caducados o que ya no necesitan; y lo ha hecho siempre bajo una doble perspectiva: la sanitaria, para evitar posibles accidentes derivados del uso inadecuado de esos restos de medicamentos; y la medioambiental, para que no se tiren a la basura o por el desagüe con el riesgo de contaminación del medio ambiente.
Lo cierto es que estos mensajes están calando cada vez más hondo en la ciudadanía, y así lo muestran los datos del último estudio de opinión de Sigre que revela que más de la mitad de los consultados revisa dos veces al año su botiquín y que el 87 por ciento de ellos considera que automedicarse con fármacos sobrantes puede entrañar algún riesgo para su salud.
En este aspecto, la labor de concienciación y asesoramiento por parte del farmacéutico también es fundamental. Colomer recomienda revisar el botiquín un mínimo de dos veces al año, “para mantenerlo en adecuadas condiciones y eliminar medicación obsoleta, caducada o en mal estado”. Otra labor del farmacéutico es evaluar el conocimiento del paciente sobre la indicación y posología de los medicamentos y proceder, en caso necesario, a realizar las oportunas retiradas con su consentimiento.
OJO CON LOS ANTIBIÓTICOS
Colomer también hace especial hincapié en la presencia de medicamentos que provienen de tratamientos anteriores, que constituyen un resto que puede llevar a un uso inadecuado por automedicación. “Cuando un paciente ha finalizado un tratamiento antibiótico, pero quedan todavía unidades, es recomendable su retirada al Punto Sigre”, dice. En este contexto, reitera que hay que prestar especial atención a estos fármacos. “Según la OMS la resistencia a los antibióticos es una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo”, recuerda.
SOLO FÁRMACOS NECESARIOS
La acumulación de medicamentos procedentes de tratamientos inacabados o anteriores puede llevar, en un futuro, a un uso inadecuado por parte del paciente u otro miembro de la familia. Hay que mantener en el botiquín solo los medicamentos necesarios.
NO ACUMULAR MÁS DE 2 MESES
Los expertos recomiendan no acumular fármacos para más de dos meses de tratamiento. A pesar de ello, pueden darse circunstancias que hagan necesario cambiar dicho tratamiento y habrá que desechar los acumulados en el Punto Sigre de la farmacia.
GUARDAR EN EL ENVASE ORIGINAL
El envase original es el más adecuado para que el medicamento se mantenga en condiciones óptimas. También será preciso conservar el prospecto porque aparece toda la información para hacer un buen uso del fármaco.
FUERA DEL ALCANCE DE NIÑOS
Se debe destinar un lugar adecuado y reservado para almacenar el botiquín, que deberá estar claramente identificado. Tendrá que estar fuera del alcance de los niños y en un sitio fresco, seco, limpio y preservado de la luz.
SIEMPRE CERRADO
El botiquín tendrá que estar siempre cerrado, pero deberá disponer de un sistema de apertura fácil. Se podrá emplear una caja limpia, espaciosa y fácil de llevar. También un estuche o bolsa.
CUIDADO CON EL FAMILIAR ALÉRGICO
Si algún miembro de la familia es alérgico a algún medicamento hay que indicarlo en algún lugar visible del botiquín. Además, todos los miembros de la familia deberán conocer dónde se guarda.