FUENTE: La Razón
Zapato grande y plato pequeño. No hay más secreto para adelgazar, como sostiene el dicho popular. La primera parte ha sido ratificada por infinidad de estudios médicos, que han demostrado la relación directa entre el ejercicio físico y la pérdida de peso. En la segunda condición, la de las medidas del plato, incide ahora un estudio internacional, que demuestra que una de las causas principales de obesidad está en el tamaño exagerado de las raciones que se sirven en numerosos países del mundo, con especial relevancia, por supuesto, en Estados Unidos.
Según este estudio, publicado en la revista British Medical Journal, la inmensa mayoría de las comidas servidas en los restaurantes contenía una cantidad mayor que el consumo energético por porción recomendado por el Sistema de Salud de Inglaterra (NHS), considerado como la medida de referencia en cuanto a comida saludable.
La investigación pesó y midió el valor calórico de los platos servidos en restaurantes populares de Brasil, China, Finlandia, Ghana y la India, y concluyó que el 94% de los platos a la carta y el 72% de los platos servidos en restaurantes de comidas rápidas contenían más de 600 kilocalorías, el consumo energético por plato recomendado por el NHS.
De hecho, se encontró una relación significativa entre el peso de la porción de alimento servida y su contenido calórico. De acuerdo con las mediciones, platos como el tradicional brasileño, compuesto por arroz, frijoles, pollo, mandioca, ensalada y pan (841 gramos y 1.656 kcal), servido en cualquier restaurante del país, el clásico ghanés fufu, con carne de cabra y sopa (1.105 gramos y 1.151 kcal) y el típico plato indio llamado biryani de cordero (1.012 gramos y 1.463 kcal), además de ser extremadamente calóricos, priman por la cantidad exagerada de comida.
“La obesidad constituye un problema mundial y es causado por varios factores, tales como el sedentarismo y la ingestión de alimentos procesados y azúcar. Y también por la cantidad excesiva de comida que se come. Una parte de la población puede estar confundiendo el hambre con las ganas de comer. Este estudio muestra que para combatir la obesidad es necesario también tener en cuenta esos excesos”, explicó a la agencia científica Dicyt una de las autoras del artículo, la investigadora Vivian Suen, del Departamento de Clínica Médica de la Facultad de Medicina de Ribeirão Preto, de la Universidad de São Paulo (FMRPUSP), en Brasil.
A excepción de China, cuyos platos son menos calóricos que los de los otros países estudiados, el consumo de las porciones servidas en restaurantes suministraba entre un 70% y un 120% de las necesidades calóricas diarias para una mujer sedentaria, alrededor de 2.000 kilocalorías.
En el estudio se midieron las calorías de 223 muestras de platos populares de 111 platos seleccionados aleatoriamente de platos a la carta a comidas rápidas de restaurantes de Ribeirão Preto (Brasil), Pekín (China), Kuopio (Finlandia), Acra (Ghana) y Bangalore (India), y los resultados se compararon con los obtenidos en una investigación anterior realizada en en restaurantes de Boston (Estados Unidos).
“El análisis echó por tierra dos ideas comunes: no estamos sólo comiendo peor sino también exageradamente y, en términos de calorías, a menudo un plato considerado sano puede engordar más, es decir que puede dejar un balance más positivo energéticamente que el de una comida rápida”, destaca Suen.
“Existen muchas dietas. Están las low carb, las dietas con alto contenido proteico y las dietas con bajos tenores de grasas, por ejemplo. Pero, ¿cuál es la mejor para adelgazar? Hasta ahora no se sabe. Lo que cuenta es el contenido calórico total a largo plazo. Lógicamente, la calidad de los alimentos también es importante. La ingesta de hidratos de carbono de mala calidad, grasas saturadas e hidratos de carbono simplescontribuye para que surjan enfermedades relacionadas con el exceso de estos alimentos. Pero el aumento de peso está relacionado con el exceso de calorías”, concluye.