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Un análisis de precánceres cervicales durante un periodo de siete años mostró que dos cepas de virus del papiloma humano (VPH) que han sido objeto de vacunación desde 2006 han disminuido, lo que representa una proporción menor de la enfermedad cervical. El estudio ofrece pruebas de que la vacunación contra el VPH redujo la incidencia de infecciones que pueden provocar cáncer cervical.
Nancy McClung, primera autora de la investigación detalla que "casi todas las personas sexualmente activas contraerán el VPH en algún momento de su vida, pero la mayoría de las infecciones por VPH desaparecen por sí solas sin ningún tratamiento. Si una infección por VPH no desaparece, puede causar cambios celulares que, con el tiempo, se convierten en una lesión en el cuello uterino llamada precáncer cervical. Los precánceres cervicales nos permiten observar el impacto de la vacunación contra el VPH antes que el cáncer cervical, que puede tardar décadas en desarrollarse".
Investigaciones anteriores han sugerido que la incidencia de precáncer cervical ha disminuido. En este estudio, los científicos intentaron determinar si los tipos 16 y 18 de VPH, que son responsables de aproximadamente el 70 por ciento de los cánceres de cuello uterino en todo el mundo, también están disminuyendo.
El estudio se llevó a cabo como parte del Proyecto de Monitoreo del Impacto de la Vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH). McClung y su equipo de investigadores analizaron más de 10.000 muestras archivadas entre 2008 y 2014 de mujeres de entre 18 y 39 años diagnosticadas con neoplasia intraepitelial cervical de grado 2 o 3 o adenocarcinoma in situ. Ambas son afecciones precancerosas que pueden surgir de una infección persistente por VPH y pueden conducir al cáncer cervical.
Entre las mujeres que fueron vacunadas, la proporción de casos disminuyó de 55,2 por ciento a 33,3 por ciento. Entre las mujeres no vacunadas, la proporción de casos de CIN2 + que fueron HPV 16/18-positivos disminuyó de 51 por ciento a 47,3 por ciento, y entre aquellas con un estado de vacunación desconocido, de 53,7 por ciento a 45,8 por ciento.
McClung explica que algunas mujeres vacunadas tenían más probabilidades de ser positivas para el VPH 16/18 porque estaban infectadas con estos tipos de VPH antes de ser vacunadas. La mayoría de las mujeres vacunadas en este estudio recibieron la vacuna a los 20 años, después de que la mayoría de las mujeres inician la actividad sexual.
McClung apunta que la disminución en las mujeres no vacunadas puede deberse a la "protección del rebaño", que se produce cuando una proporción significativa de una población ha desarrollado inmunidad a una enfermedad infecciosa, lo que hace que sea menos probable su propagación. La protección de la manada se puede conferir a través de la vacunación o la inmunidad acumulada de una infección previa, explica.
Los científicos observaron que en cada grupo de edad se observó una disminución significativa en la proporción de casos de CIN2 + que resultaron positivos para el VPH 16/18, con la excepción del grupo de más edad, los de 35 a 39 años. McClung argumenta que este hallazgo refleja el hecho de que la mayoría de estas mujeres no eran elegibles para la vacunación debido a su edad.
"Esta es una clara evidencia de que la vacuna contra el VPH está funcionando para prevenir la enfermedad cervical en mujeres jóvenes en Estados Unidos", apunta McClung. "En los próximos años, deberíamos ver un impacto aún mayor a medida que más mujeres se vacunen durante la adolescencia temprana y antes de la exposición al VPH".