FUENTE: El Mundo
"Prohibido el uso de teléfonos móviles en la mesa y en la cama". Es la "receta" que las autoridades médicas británicas han extendido a los padres, días después de que el Colegio de Pediatras urgiera también a limitar el tiempo de pantalla para proteger la salud física y mental de los chavales.
Pues resulta que los niños británicos le dedican como media hasta tres horas diarias a las redes sociales en sus móviles, según un reciente estudio de la Universidad de Glasgow. El problema es si cabe más acuciante en las niñas: el 28% confiesa pasarse cinco horas o más al día delante de la pantallita (frente al 14% en el caso de los niños).
"Cuanto más tiempo pasan los adolescente en la redes sociales, más probable es que se vayan a la cama a altas horas de la madrugada durante la semana", advierte la psicóloga Holly Scott, autora del estudio. "Ese hábito afectará no solo al rendimiento escolar, sino a su propia salud. La falta de sueño está vinculada a problemas como la obesidad o la ansiedad, y puede agravar los trastornos más habituales entre los adolescentes".
Los ingresos por autolesiones en los hospitales de Londres, sin ir más lejos, se han duplicado con creces en apenas seis años (de 1.725 a 3.988) con un aumento alarmante de los casos de niños y niñas entre los nueve y 12 años (400). Los médicos londinenses aseguran que un trastorno considerado como marginal está cobrando proporciones "endémicas" por la facilidad con la que los menores acceden a imágenes escalofriantes a través de las redes.
Los médicos advierten, eso sí, que los padres tenemos una doble responsabilidad: antes de "castigar" a los hijos o de imponerles severas restricciones, todos deberíamos revisar a fondo nuestros propios hábitos y apagar el móvil no más tarde de las diez de la noche.