FUENTE: La razón
Un goteo constante: hoy un fármaco, a la semana otro... Y así, hasta sumar más de medio centenar de presentaciones según elCIMA (Centro de Información de Medicamentos) de la Aemps (Agencias Española del Medicamento y Productos Sanitarios) del Ministerio de Sanidad. El año pasado sumaron en total unas 1.300 presentaciones las que tuvieron problemas de suministro, sólo 583 en el primer semestre de 2018, según datos de la agencia. Lo que dibuja un escenario de un problema que lejos de reducirse, crece año tras año como revelan los datos de la Aemps: en 2015 se superó los 700, en 2016 casi se alcanzan los 800 y en 2017 fue con creces superior a 900.
Quizás por ello, como aseguran distintas fuentes del sector a A TU SALUD, resulta necesario poner en marcha un plan de garantías de abastecimiento de medicamentos, con el fin de que esta circunstancia de alarma social no pase a convertirse en un problema de salud pública. Desde Sanidadconfirmaron ya la semana pasada que están trabajando en un borrador para hacer frente a un problema que se ha incrementado en los tres últimos años, pero que ha sido crítico en 2018. Uno de los detonantes podría ser la falta de transparencia de los laboratorios a la hora de explicar los porqués de sus retrasos. De momento, poco se sabe de ese borrador a día de hoy, sólo que el próximo viernes se reunirá a 22 agentes del sector sanitario para presentarlo.
El sector de la distribución también dibuja un escenario similar, ya que datos de Cofares señalan que el año pasado los problemas de suministro eran de un 40% y este año, en las mismas fechas, son de un 60%, «lo que significa que en seis de cada diez ocasiones en las que una farmacia nos hace una petición a la distribución no podemos atenderle en el momento, lo que no quita que lo hagamos después a los dos días o más tarde», apuntan fuentes de la cooperativa.
La idea es disminuir el número de medicamentos con alteraciones en el acceso con impacto asistencial para el periodo 2019-2020. En este sentido, se buscará la adopción de las medidas necesarias para mejorar la comunicación de problemas y suspensiones de comercialización. Así, Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, secretario general de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (Aeseg), cuenta que «desde la agencia se busca poner medidas a un problema antes de que sea más grave».
Origen
Dado que una de las causas que más peso tiene en los desabastecimientos es la incertidumbre del Brexit, también «es una de las prioridades de la estrategia de la Red de Agencias de Medicamentos de la UE hasta el año 2020 dado que estos problemas se producen en todos los países dentro y fuera de la UE y que la solución de los mismos es difícil desde una perspectiva meramente nacional», como apuntan desde Farmaindustria la patronal de los laboratorios farmacéuticos. Porque, a día de hoy, no se sabe qué escenario surgirá el 29 de marzo o cuando determinen una nueva fecha en caso de prórroga, y en Reino Unido, los agentes siguen las directrices del NHS que piden el acopio de fármacos para suplir una demanda de al menos seis semanas en los 500 productos más empleados.
En este sentido, desde Aeseg, y en consonancia con Farmaindustria, apuntan a que hay que hablar de más de una causa. Rodríguez de la Cuerda manifiesta que «hay problemas globales como los recursos de las APIs (ingredientes farmacéuticos activos, siglas traducidas al español) que proceden del sudeste asiático, fábricas en China e India en las que hay problemas de fabricación».
Basta recordar que el 80% de los compuestos empleados en Europa y Estados Unidos son importados de otros países, principalmente de China e India, y que un grupo importante de fármacos antihipertensivos ha sido retirado por lotes desde principios del año pasado con motivo de la contaminación de los mismos con sustancias procedentes de estos países. En este caso, se hace referencia a la familia de valsartán e ibersartán, en los que se han encontrado grupos con sustancias tóxicas. Y en común tienen que su principio activo procedía de los laboratorios Zhejiang Huahai Pharmaceutical Co. (China).
Otro de los motivos, que viene sumado a éste, es el bajo precio de los fármacos que están contenidos en las listas de precio de referencia. «Hay que revisar el coste de los medicamentos con lo que se obtiene de su venta, porque los márgenes a veces son mínimos o inexistentes y esto supone un obstáculo en la fabricación», apunta el secretario general de Aeseg.
Además, desde Farmaindustria mantienen la siguiente postura: «Cabe destacar, de un lado, el relativo al diferencial de precios en distintos países europeos. A veces provoca que comercializadores ajenos a las compañías farmacéuticas titulares del fármaco lo adquieran en un país de precio bajo para venderlo en otro de forma superior y obtener así un beneficio. Es una práctica legal, pero la realidad es que puede generar desabastecimientos. De otro lado, hay que destacar también el caso de las presentaciones erosionadas por los precios de referencia y que también pueden acabar causando inexistencias, puesto que las sucesivas reducciones de los costes de los fármacos a las que son sometidos pueden llegar a hacer inviable la comercialización de determinadas presentaciones».