FUENTE: El País
Llega la primavera, los árboles florecen, todo se llena de polen, se cierra la garganta, pica el paladar, los ojos lloran y escuecen, y no dejamos de moquear. Las llamadas alergias estacionales afectan, según los datos del Ministerio de Sanidad, aproximadamente al 15% de la población. Para responder a todas las preguntas que nos surgen sobre estas molestas reacciones, hablamos con Ana Navarro Pulido, doctora en Medicina y especialista en Alergología, de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, con ejercicio profesional en el Hospital El Tomillar, en Dos Hermanas (Sevilla).
¿Qué es exactamente una alergia estacional?
En el caso de la respiratoria por pólenes, es la reacción anómala y exagerada de nuestro sistema inmunológico frente al inocuo polen ambiental. Se llama 'estacional' porque aparece solo en determinadas épocas del año, cuando polinizan árboles y plantas: finales de invierno, primavera y verano. Se manifiesta con síntomas de enfermedad respiratoria alérgica, con conjuntivitis, rinitis y/o asma bronquial.
¿Por qué unas personas la padecen y otras no?
Resumiendo mucho, se necesita una predisposición genética, a lo que añadimos factores epigenéticos. El más importante: exponerse durante mucho tiempo a un determinado alérgeno.
¿Cómo lo distingo de un resfriado?
La rinitis alérgica no cursa con fiebre ni con el malestar propio de un resfriado; y mientras que el catarro se resuelve en unos días, los síntomas alérgicos persisten mientras lo haga la exposición. Asimismo, si en la misma época del año alguien presenta habitualmente síntomas nasales (picor de nariz, serie de estornudos o moco líquido frente al purulento del catarro) y oculares (picor y enrojecimiento), es muy probable que se trate de alergia.
¿Puede una alergia acabar provocando asma?
El polen induce a la reacción alérgica en toda la vía respiratoria, que puede manifestarse en forma de rinitis o asma. Ahora bien, aquellos que solo presentan rinitis alérgica tienen entre tres y cinco veces más posibilidades de acabar desarrollando asma alérgico que un individuo normal.
¿Cómo afecta la contaminación?
Las partículas contaminantes que proceden de las calefacciones y motores diésel dan lugar a un polen más agresivo, con mayor capacidad para inducir a respuesta alérgica. La contaminación en las ciudades también incrementa el tiempo de exposición al polen, ya que provoca un fenómeno llamado inversión térmica que impide a los pólenes abandonar la atmósfera sobre las ciudades. De ahí que los síntomas sean más intensos en núcleos urbanos que en el campo, aunque haya menos polen.
¿Puedo volverme alérgico de un año para otro? ¿Y dejar de serlo?
No se nace alérgico. Y aunque puede aparecer en cualquier momento de la vida, el debut es más frecuente en niños y jóvenes. Cada año dará lugar a síntomas de intensidad variable, aunque suelen persistir o incluso agravarse. Menos del 10% de los casos remiten espontáneamente, y los síntomas pueden disminuir a partir de los 50 años.
¿Cuáles son los medicamentos más eficaces?
Los corticoides, de spray nasal para la rinitis o en forma de inhalador para el asma, son los medicamentos antiinflamatorios más eficaces, cuya administración se aconseja mientras se esté expuesto al polen. Como medicación de rescate, para aliviar síntomas, se añaden antihistamínicos (ocular, en spray nasal o comprimidos, para la rinoconjuntivitis) o broncodilatadores (para el asma).
¿Es verdad que es mejor tomar los antihistamínicos antes de que comiencen los síntomas?
No. Pero sí se aconseja iniciar los corticoides nasales hasta dos semanas antes de la presencia de polen.
¿Funcionan las mascarillas?
Sí, son útiles para zonas con elevada intensidad de polen. Pero deben estar homologadas para garantizar el filtrado de los pólenes pequeños.
¿Merecen la pena las vacunas? ¿Cuándo debería planteármelas?
La inmunoterapia (vacunas) es una herramienta de primer orden. La única que cubre de forma integral la vía respiratoria, y puede modificar el pronóstico de la enfermedad. La recomendaría a cualquier persona cuya calidad de vida se esté viendo deteriorada, aunque el médico debe valorar cada caso. La respuesta es individualizada. En la mayoría, alivia los síntomas de forma significativa, aunque si el paciente es polisensibilizado (responde a varios aeroalérgenos diferentes) puede no ser efectiva. La duración del tratamiento llega a prolongarse tres años. Y la sanidad pública solo subvenciona un porcentaje.
¿Qué cambios puedo hacer en casa para sobrellevar mejor la alergia?
Mantener las ventanas cerradas, especialmente a primera hora de la mañana y al atardecer. Y al llegar, cambiarse de ropa.
¿Hay hábitos que prevengan su aparición?
No.
¿Y alguno que me ayude a aliviar los síntomas?
Conocer el calendario polínico de la zona en la que se reside, y seguir los recuentos para tomar medidas de evitación. Esta información está disponible en www.polenes.com.
¿Está recomendado el ejercicio durante un episodio de alergia?
Si es al aire libre, mejor evitarlo en momentos de alta exposición alergénica. Es decir, por la mañana (cuando emiten polen las plantas) y al atardecer (cuando desciende al enfriarse el aire).
¿Cuándo debería ir al médico?
Desde el primer momento, y para un manejo integral y no un mero tratamiento sintomático. El alergólogo le realizará, sobre todo en casos persistentes o graves, un estudio para detectar el alérgeno responsable de su enfermedad. Se trata de una prueba cutánea, sin molestias para el paciente, cuyos resultados se conocen en solo 15 minutos.