FUENTE: La Vanguardia
La acromegalia es una enfermedad crónica, causada por una lesión de la glándula pituitaria, que consiste en un aumento del tamaño de los huesos. Se trata de un desorden hormonal que aparece cuando la glándula pituitaria genera muchas hormonas del crecimiento durante la edad adulta. Esto provoca que los huesos aumenten su tamaño. Esta enfermedad puede presentarse a cualquier edad, aunque es más frecuentes en adultos. En los niños puede desembocar en otra enfermedad, el gigantismo, que provoca el aumento del tamaño óseo y de la estatura del enfermo. Es una enfermedad que requiere ser identificada y tratada con rapidez para evitar complicaciones graves.
Causas de la acromegalia
Producción excesiva de hormonas
La creación exagerada de la hormona del crecimiento, proceso que se realiza desde la glándula pituitaria, es la causa de la acromegalia. La hormona entra en contacto con la sangre y, como reacción, el hígado produce el factor de crecimiento tipo insulínico que es el que incentiva el crecimiento de los huesos y otros tejidos. El exceso de producción de hormonas del crecimiento provoca un aumento anormal de los tejidos blandos y del esqueleto, lo que hace que crezcan algunas partes del cuerpo como las manos, la cara o la nariz.
La causa más frecuente de la creación masiva de la hormona del crecimiento es la presencia de un tumor. El desarrollo de la acromegalia, si no se trata a tiempo, puede derivar en otros problemas de salud como una enfermedad cardiovascular consecuencia del aumento del tamaño del corazón, hipertensión, diabetes o artrosis.
Síntomas de la acromegalia
Manos y pies más grandes
La acromegalia se manifiesta muchas veces a través del aumento del tamaño de manos y pies. También provoca un cambio progresivo en la cara, con una nariz más grande, labios gruesos y una mandíbula mayor de lo normal. Pese a estos cambios a veces el enfermo tarda años en detectar la enfermedad, aunque haya experimentado síntomas bastante evidentes.
- Manos y pies que aumentan su tamaño
- Nariz, mandíbula, frente y labios creen y dan a la cara un aspecto diferente al habitual
- Piel áspera
- Verrugas
- Cansancio
- Dolor de cabeza
- Malestar general
- Disminución del deseo sexual
Diagnóstico de la acromegalia
Obtener niveles de la hormona del crecimiento
Tras la pertinente exploración física, el médico ordenará análisis para comprobar los niveles de la hormona del crecimiento y una resonancia magnética para confirmar la posible existencia de un tumor (que en gran número de ocasiones suele ser benigno).
Tratamiento y medicación de la acromegalia
Cirugía y medicamentos
El tratamiento contra la acromegalia puede optar por la cirugía o por la simple medicación. El objetivo es reducir la producción de la hormona del crecimiento. Una operación quirúrgica puede servir para eliminar todos los tumores y, de esta manera, hacer que la producción de la hormona del crecimiento vuelva a sus niveles habituales. El tratamiento puede incluir medicamentos del tipo de la somatostatina, agonistas de la dopamina o antagonista de la hormona del crecimiento. Por último, puede también usarse la radioterapia si la cirugía no ha servido para eliminar todas las células tumorales.
Prevención de la acromegalia
Evitar complicaciones
La acromegalia es una enfermedad que no podemos prevenir. El tratamiento es necesario para lograr que la enfermedad no empeore y derive a un estado más grave. Es muy importante detectar la enfermedad en su inicio para evitar complicaciones que pueden llegar a causar la muerte.