FUENTE: ABC
Los niños de entre 7 y 12 años tienen actualmente media dioptría más de miopía que los universitarios de hace una generación, según alertan los ópticos, que atribuyen a un estilo de vida más sedentario y al uso intensivo de los móviles que los jóvenes sean cada vez más miopes y a edades más tempranas.
La generación de nativos digitales es más miope en graduación y desde edades más tempranas porque los jóvenes de hoy en día (66,5 % de mujeres y 74,6 % de hombres) dedican menos de 7 horas a la semana a disfrutar del aire libre, señala el director óptico de la firma Cottet, Fabio Delgado, que afirma que estos datos «mantienen la miopía en el punto de mira de la comunidad científica y clínica».
Los expertos en óptica avisan de que estos estilos de vida, poca al aire libre y mucha mirando pantallas, están dañando la salud visual de los jóvenes y, en mayor medida, están afectando a las mujeres, cuyas tasas de miopía son mayores.
Delgado considera que en el caso de la generación de nativos digitales, si estas miopías continúan desarrollándose sin control, en muchos casos llegarán a niveles de riesgo, siendo potenciales causas de patologías en la etapa adulta (más de 6 dioptrías).
En este sentido, recuerda que «Ophthalmology», revista científica de la American Academy of Ophthalmology, hizo un estudio sobre la creciente prevalencia a nivel mundial y tendencia de evolución de la miopía y alta miopía y proyectó que cerca de 5.000 millones de personas serán miopes en 2050: 4.758 millones de personas con miopía (49,8 % de la población mundial); y 938 millones de personas con miopía alta (9,8 % de la población mundial).
El óptico del Servicio de Oftalmología del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, Enrique Jiménez, también corrobora que hay otros estudios, artículos y publicaciones que hablan de que al final de esta década aproximadamente un tercio de la población sufrirá de miopía.
«La principal causa del incremento de la miopía es el crecimiento del globo ocular, su longitud axial. Pero este incremento no puede atribuirse únicamente a razones genéticas, existen otras razones de gran importancia como el exceso de horas que los niños pasan en tareas de visión próxima ante dispositivos como ordenadores, tabletas o móviles, o la falta de exposición de los niños a espacios abiertos y a luz solar», insiste Jiménez.
«La solución la tenemos más fácil de lo que creemos, simplemente consiste en controlar más el tiempo que pasan los niños en tareas de visión próxima, especialmente con dispositivos electrónicos, y pasar mayor tiempo en espacios abiertos con luz solar. Faltará que el ritmo de vida del siglo que nos toca nos lo permita», subraya Jiménez.
Los ópticos también recomiendan llevar una alimentación sana y equilibrada y el sedentarismo, además de hacer ejercicios específicos para los ojos y someterse a revisiones periódicas, que aconsejan que sean anuales ya desde la infancia.