FUENTE: 20 Minutos
Durante el verano son muchos los niños que se pasan gran parte del día disfrutando de la playa o la piscina. Sin embargo, esto que parece no entrañar riesgo alguno, en algunos casos suele provocar problemas. Debido a la humedad que se instala en el canal auditivo por estar tanto tiempo en contacto con el agua, las bacterias y los hongos pueden empezar a proliferar y dar lugar a una infecciónque se conoce como otitis.
La sintomatología no suele pasar desapercibida. Según la Asociación Española de Pediatría (AEPED) los niños empiezan a quejarse de dolor en el oído que puede cursar con exudado o secreción de líquido blanquecino (parecido al pus). Asimismo, pueden darse otros síntomas como rinitis e hipersensibilidad en la oreja afectada.
Formas de prevenir la otitis de los niños
Saber de qué forma se puede evitar la otitis de los niños es fundamental ya que se estima que, aproximadamente, la mitad de ellos sufrirán en su primer año de vida esta infección. Por eso, es conveniente tomar algunas medidas para prevenir que esto suceda:
· Utilizar tapones para los oídos. Los mejores son aquellos que podemos adquirir en las farmacias y que se adaptarán al conducto auditivo de los más pequeños. Esto evitará que les entre el agua, independientemente de que pasen más o menos tiempo en la piscina o en el mar.
· Tras el contacto con el agua, es conveniente ayudar a los niños a secar bien sus oídos. Esto debe hacerse con una toalla limpia. Además, en la medida de lo posible es importante evitar utilizar bastoncillos. Es mucho mejor elegir difusores de agua marina.
· Si los niños se quejan de que tienen agua en sus oídos podemos ayudarles ainclinar la cabeza hacia el lado del oído correspondiente. Esto facilitará la salida del agua.
¿Cuándo hay que acudir al pediatra?
Si a pesar de secar bien los oídos de los niños e inclinarles la cabeza para facilitar la salida del agua estos siguen quejándose días después, es necesario acudir al pediatra. En ningún caso se deben tomar medidas como intentar introducir un bastoncillo en los oídos o utilizar gotas para el conducto auditivo, pues pueden empeorar la situación.
Como bien señala la AEPED, la otitis puede ser un problema grave que, incluso,puede requerir antibióticos para que progrese favorablemente. En las situaciones más extremas es posible que se tenga que intervenir quirúrgicamente, un procedimiento que se conoce como timpanocentesis. Lo que se logra es realizar una pequeña perforación en la membrana del tímpano para aspirar y drenar el fluido que se ha acumulado en ella.
Como conclusión, utilizar tapones para los oídos es una buena idea para evitar que el agua entre en el conducto auditivo. En las situaciones en las que esto no sea posible, vigilar que los niños no pasen mucho tiempo en el agua es también una buena opción. La otitis es un problema frecuente, cuyos casos se disparan durante el verano. Por lo tanto, es importante adoptar las medidas necesarias para impedir que esto ocurra.