FUENTE: El País
Elaine se elevó por encima de la cabeza de Pau Gasol y, vestida con una camiseta en la que habrían cabido siete niñas de cuatro años como ella, encestó. Luego, en brazos del gigante, regresó a su estatura infantil y se quedó con los ojos muy abiertos. La estrella de la NBA ha compartido este martes patio con los escolares del colegio público José Calvo Sotelo de Madrid para alertar sobre los datos de un informe conocidos poco antes y que se resumen así: siete de cada 10 niñas incumple las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre ejercicio físico. Un porcentaje menor de niños (56,3%) no realiza el mínimo de hora diaria de actividad física moderada a vigorosa(esto es, que acelera el ritmo cardiaco y la respiración), tal y como dictamina el organismo internacional. Contemplando ambos sexos, solo el 36,4% de niños y adolescentes hace el suficiente ejercicio.
Esa es la conclusión principal del gran estudio que ha medido sedentarismo y obesidad en casi 4.000 niños y adolescentes de toda España con cuestionarios, peso, medidas corporales y pulseras de actividad. La investigación ha sido promovida y dirigida por la Fundación Gasol, que presiden Pau y Marc, y sus resultados preliminares fueron presentados ayer por el jugador de los Blazers de Portland y la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo. El estudio Pasos (por las siglas en inglés de Actividad Física, Sedentarismo y Obesidad en la Juventud Española) se ha realizado en 245 centros educativos de toda España. Un total de 3.803 niños y adolescentes entre los ocho y los 16 años han contestado a un cuestionario sobre su estilo de vida y actividad física. Sus familiares han añadido otros datos de nivel de estudios y ocupación. También se les ha pesado y medido. Uno de cada 10 ha llevado durante una semana un acelerómetro para registrar la intensidad de sus movimientos y obtener datos objetivos de su esfuerzo. En Pasos han participado 68 investigadores de 13 universidades.
“Se trata de un estudio pionero porque la metodología es la más rigurosa y los resultados se pueden extrapolar a la población española”, ha dicho el investigador principal, Santiago Gómez. “Lo que más nos ha llamado la atención es que a medida que los niños se van haciendo mayores, disminuyen los minutos por día de actividad física. En la comparativa de 3º de Primaria y 4º de la ESO hay 106 minutos de diferencia, pierden más de una hora y tres cuartos de ejercicio y a la vez, sucede el patrón inverso en el uso de pantallas. El tiempo aumenta”.
En Secundaria, los datos de actividad de los chicos son peores. El 72% de los estudiantes de este ciclo educativo se pueden considerar sedentarios frente a algo más de la mitad de los escolares de Primaria (55%), según el estudio. Y eso tiene que ver en parte con el progresivo incremento del tiempo de que están frente a la televisión, la tableta o el móvil. La investigación ha hallado que más de la mitad de los niños y adolescentes están más de dos horas al día enganchados, cuando la OMS recomienda no superar ese límite. Casi tres horas pasan diariamente de promedio entre semana (179,1 minutos) ante las pantallas. Y sábados y domingos esta actividad sube drásticamente: se entretienen así casi cinco horas (282,6 minutos diarios) y cuatro de cada cinco (79,3%) menores no obedece la prescripción del organismo sanitario. El incumplimiento, esta vez, es mayor en los varones.
Con estos datos y antes de vestirse de corto, Pau Gasol se ha apresurado a pedir más y mejor ejercicio en los colegios. Porque los niños que le esperaban para tirar a canasta solo tienen una hora y media de clase a la semana de Educación Física, ya que es un centro bilingüe. Los que no poseen este currículo en Madrid imparten una hora más.
La LOMCE traslada a las comunidades la decisión sobre el tiempo que dedican los alumnos a moverse. Por lo general, en educación primaria, la mayoría de los colegios ha optado por dos o tres horas y dos horas en secundaria. El Gobierno, a través del proyecto de ley que pretendía enmendar la norma vigente, quería más movimiento: contempla el texto que se practique ejercicio físico y deporte todos los días dentro de la jornada escolar.
Algo muy pertinente porque, según el Estudio Pasos, casi cuatro de cada 10 niños y adolescentes (34%) tienen sobrepeso (20,7%) u obesidad (14,2%) y solo la mitad se encuentran en un peso considerado normal. Pero si se les mide la cintura, ha destacado Gómez, los resultados son más alarmantes. Hallaron que uno de cada cuatro (23,8%) críos tenía obesidad abdominal, un parámetro resultante de relacionar la circunferencia de la cintura con la altura y que es un indicador de riesgo cardiovascular.
“¿Qué hacemos con los chicos que no se mueven al salir del instituto?”, se pregunta Celeste Callero, profesora de Educación Física en Canarias desde hace 13 años y recién nombrada directora insular de Educación de Lanzarote, “no les estamos atendiendo. Se van a casa y están con las redes, con el Whatsapp, ni siquiera aparecen por la calle. La obesidad infantil y juvenil aquí es tremenda”. Canarias es, por detrás de Murcia, la comunidad con más sobrepeso: uno de cada cuatro niños o adolescentes pesa más de lo que debería y uno de cada 10 es obeso según la última Encuesta Nacional de Salud, de 2017. Callero apuesta por un mínimo de tres horas semanales de Educación Física, igual que ha propuesto al Gobierno el Consejo General de la Educación Física y Deportiva, que integra a todos los docentes, “e idealmente tendríamos que dar una hora diaria de clase, pero habría que transformar el currículo de arriba abajo”.
Su colega Antonio Retal, profesor de un colegio concertado del centro de Madrid, cree que las dos horas y media semanales actuales no bastan, "porque entonces todo depende del entorno de los niños". El acuerdo de Gobierno PP-Ciudadanos en la comunidad madrileña pretende añadir una hora semanal adicional.
B. F. también enseña a los niños de un colegio públiico de la capital en tres sesiones semanales que no llegan a las tres horas. “Sería estupendo aumentar el tiempo, pero con la carga educativa que tienen alumnos se irían a jornadas interminables”. ¿Y la intensidad? “¡Muy alta!, se basa en el juego, pero se incluyen carreras, relevos... Suben sudando”. La mayoría de sus estudiantes, de familias de clase media con buena formación, se ejercitan físicamente con las actividades extraescolares. “Mis dos compañeros y yo tratamos de que se lleven la actividad física a su entorno. Otra cosa es en los colegios con padres sin recursos o con poca formación, como alguno de los he dado clase en que los niños están en la calle, sin moverse”.