FUENTE: La Razón
Los primeros siete de cada diez casos de enfermedad cardiovascular pueden explicarse por factores de riesgo debido a alteraciones de presión arterial alta, escasa educación, tabaquismo, dislipidemia, mala alimentación, obesidad abdominal, escasez de fuerza y actividad física, diabetes, depresión y contaminación del aire. Los resultados pertenecen al estudio PURE, que ha recogido datos de 21 países presentados en una sesión del Congreso ESC 2019 y de forma paralela en “The Lancet”. El estudio también concluyó de forma rotunda que una escasa educación era uno de los mayores factores de riesgo de muerte.
Todos esos elementos son evitables. Las estimaciones globales del impacto de estas circunstancias en la enfermedad cardiovascular y la muerte se han combinado mediante datos de diversos estudios con diferentes metodologías, que se realizaron en gran medida en países occidentales de altos ingresos. Dado que el 80% de las enfermedades cardiovasculares en el mundo ocurre en países de ingresos medios y bajos y fuera de América del Norte y Europa occidental, se necesitan datos de países del resto del mundo.
El trabajo prospectivo de Epidemiología Rural Urbana (PURE) evaluó múltiples factores de riesgo simultáneamente en un único trabajo en el que participaron personas de 900 comunidades. El estudio registró los datos de 155.137 adultos de cada una de ellas con edades entre los 35 a 70 años sin enfermedad cardiovascular previa procedentes de países de ingresos altos, medios o bajos de los cinco continentes. Los investigadores examinaron las asociaciones de 14 factores de riesgo potencialmente modificables con la mortalidad y las principales enfermedades cardiovasculares (muerte cardiovascular, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o insuficiencia cardíaca) durante un período de diez años. Los 13 elementos individuales representaron aproximadamente el 70% de los casos de enfermedades cardiovasculares. Los mayores contribuyentes fueron hipertensión (25,0%), obesidad abdominal (8,4%), baja educación (8,1%), tabaco (6,8%) y dislipidemia (6,5%). La hipertensión fue un factor de riesgo mayor para el accidente cerebrovascular que el infarto de miocardio.