FUENTE: Correo Farmacéutico
La farmacia que contesta a las preguntas que se le hacen a través de las redes sociales (RRSS) está asumiendo una responsabilidad profesional sobre lo que dice. “Precisamente por ello, dejar en manos de terceros no cualificados la gestión de las consultas supone un claro riesgo profesional que puede costar un buen disgusto a la botica, dado que puede llegar a ser más que simple dinero”, alerta Isabel Marín, responsable de Farmacia y Derecho.
Para evitar disgustos, la abogada recomienda que sólo respondan a las consultas on line de carácter sanitario los farmacéuticos que estén contratados en la oficina, nunca externalizar el servicio, así como el propio titular. “En el caso de consultas de parafarmacia, en especial en temas de cosmética, también puede exigirse responsabilidad profesional. Aconsejo, por tanto, que tengan formación especializada en ello”, indica Marín.
Desde Orbaneja Abogados también insisten en que el farmacéutico sea cauteloso en el uso de las RRSS, “y que se abstenga de realizar actuaciones profesionales para las que no esté debidamente capacitado o sean ajenas a las competencias profesionales para las que le faculta su titulación”, explica a CF Blanca de Eugenio, socia directora del despacho de abogados.
Cómo no ‘meter la pata’
Para no meter la pata, desde Orbaneja recomiendan aplicar la Regla de las tres P: “Prudencia, porque en las redes todo queda; profesionalidad, porque es necesario dominar los conocimientos técnicos de la profesión farmacéutica y las RRSS, y pertinencia, porque las respuestas que se deben facilitar siempre deben responder a los más altos estándares profesionales”, dice De Eugenio.