FUENTE: 20 Minutos
Desde niños se nos insiste en la importancia de lavarlos los dientes a diario y acudir al dentista con regularidad para mantener una dentadura sana. Sin embargo, la salud bucodental es mucho más que una sonrisa bonita o conservar todas las piezas dentales, nuestra boca también es muchas veces el reflejo de nuestra salud en general y está directamente relacionada con, por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
Además, una mala higiene bucal favorece ciertas enfermedades e infecciones y, en algunos casos, hay enfermedades o carencias que se manifiestan en la boca antes que en cualquier parte del cuerpo en forma de aftas, sequedad, mal aliento, etc.
Un ejemplo clásico sobre la repercusión de la salud oral sobre la salud general es la enfermedad periodontal, ya que además de provocar la pérdida de dientes, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares o diabetes.
La boca, fuente de infecciones
La boca es un lugar lleno de bacterias. En ella se encuentran desde las bacterias causantes de las caries, enfermedades de las encías y enfermedades sistémicas que afectan a la salud general.
Mientras las mantengamos en equilibrio y bajo control, no hay riesgo, pero cuando estas bacterias crecen fuera de control, pueden ocasionar enfermedades dentro y fuera de la boca, a través del torrente sanguíneo o simplemente trasladándose a otras partes del cuerpo, como el aparato digestivo o respiratorio, ambos conectados con la boca. De hecho, a través de la boca puede producirse una contaminación bacteriana de los pulmones que puede evolucionar en neumonía.
Enfermedades periodontales, las más peligrosas
La enfermedad periodontal es una patología que afecta a los tejidos que soportan a los dientes, especialmente a las encías. Su aparición está relacionada con varios algunos problemas de salud.
Durante el embarazo. Los cambios hormonales en el embarazo provocan que el número de bacterias en la boca aumente, lo que favorece a aparición de gingivitis. Suele ser reversible, pero si no se trata, puede evolucionar en periodontitis, una infección más grave que puede incluso llegar a la placenta, lo que incrementa, tanto el riesgo de muerte fetal como de parto prematuro, e incluso el riesgo de preeclampsia.
Diabetes. La relación con las enfermedades periodontales y la diabetes está más que probada, y es bidireccional. Por un lado, según asegura el Consejo General de Dentistas, "los pacientes con enfermedad periodontal podrían tener diabetes de tipo 2 con mayor frecuencia que aquellos con las encías sanas, además de contribuir a aumentar el riesgo de sufrir las complicaciones asociadas a la diabetes".
Es decir también es a la inversa, "que los adultos con diabetes mal controlada tienen un riesgo tres veces más alto de tener enfermedad periodontal que aquellos que no tienen diabetes y, aunque con mucha menor frecuencia y relevancia, la diabetes también podría causar otros problemas bucales como infecciones oportunistas como la candidiasis oral, boca seca, síndrome de ardor bucal, etc.".
Además, varios estudios apuntan a que, complicaciones propias de la diabetes, como retinopatía, neuropatía diabética o las complicaciones cardiovasculares, están directamente asociadas a periodontitis graves. Por estos motivos, las personas con diabetes tienen que cuidar especialmente su salud bucal y acudir al dentista todavía más a menudo que el resto.
Cómo la salud se refleja en tu boca
Muchas enfermedades o carencias de nuestro organismo dan la cara a través de la boca, además de determinadas adicciones, hábitos poco saludables, etc.
La clave para que la salud bucodental no afecte a nuestra salud en general es una correcta higiene diaria y visitas frecuentes al dentista. Además, ante cualquier síntoma molesto en la boca, es aconsejable acudir a nuestro médico de atención primaria para descartar que se trate de alguna enfermedad subyacente.