Alcohol
El alcohol también se considera un alimento, se incluye dentro de esta revisión debido al alto consumo de esta sustancia y la necesidad de recalcar la importancia de las interacciones que provoca. Por lo general, el alcohol está desaconsejado en la dieta, sin tener en cuenta que el paciente esté medicado o no, por el hecho de ser calorías vacías y, además, debido a los problemas en los que pueda derivar. Existen muchas interacciones asociadas al consumo de alcohol junto con medicamentos.
Uno de los efectos adversos del alcohol más común es la somnolencia, y junto con muchos medicamentos se potencia este efecto.
Por otro lado, el alcohol potencia el daño hepático cuando se administra junto con medicamentos. Esto es debido a que, el alcohol al eliminarse en gran medida por vía hepática y gran parte de los medicamentos también, el hígado no filtra la sangre adecuadamente las sustancias tóxicas que se tienen que eliminar del organismo. Los siguientes medicamentos están contraindicados por este motivo.
En otros casos se aumentan las posibilidades de producir efectos adversos más leves como son las náuseas, los vómitos, la irritabilidad y el dolor de cabeza.
En cambio, en ocasiones se produce una relajación de los vasos sanguíneos reduciendo la presión arterial hasta niveles peligrosos.
Cafeína
Este alcaloide está presente en té, café, cacao, cola y otras bebidas que contengan cafeína. Además, crea unos efectos metabólicos como estimular el sistema nervioso central, actúa como diurético eliminando el exceso de agua y sal, incrementa la liberación de ácido en el estómago, reduce la absorción del calcio y aumenta la presión arterial.
Por ello, en el momento en el que se consumen bebidas con cafeína junto con medicamentos, aumentan los episodios de nerviosismo, incremento de la frecuencia cardíaca y excitabilidad y en ocasiones, suprimen el efecto de psicolépticos.
En otros casos, incrementan las concentraciones de medicamentos en el organismo, con el consecuente aumento de la biodisponibilidad, velocidad y absorción. En ocasiones resulta beneficioso como en el caso de los analgésicos ya que el efecto es más rápido y eficaz, aunque con otros medicamentos, llegan a niveles de intoxicación por lo que son peligrosos.
Otro efecto que puede provocar es la disminución de la absorción, incremento del riesgo de fracturas vertebrales y caderas en el caso de los bifosfonatos y provocando anemia en embarazadas y reducción del hierro en recién nacidos en el caso de los antianémicos.
La cafeína potencia el efecto hipertensor, por lo que se recomienda especial precaución cuando se trata de personas mayores o hipertensas.
Las siguientes interacciones se van a tratar más adelante: