De cara a la celebración de la Maratón Trinidad Alfonso de València el próximo domingo, 1 de diciembre, que convertirá a la ciudad en un hervidero de deportistas provenientes de todas partes del mundo, el MICOF propone una serie de recomendaciones a los atletas para evitar lesiones o bien para tratarlas en el caso de que se produzcan.
El responsable del Departamento de Ortopedia del MICOF, Julián Navas, explica que los deportistas que se enfrentan a una prueba de estas características “emplean una gran cantidad de tiempo y trabajo para su preparación y suelen afrontar la carrera con ilusión y buenas expectativas, pero sin perder de vista la posibilidad de hacer un tiempo peor del esperado por una mala gestión de los recursos o, en el peor de los casos, sufrir una lesión deportiva”.
Como farmacéutico ortopeda, Navas define la lesión deportiva como cualquier tipo de lesión, dolor o daño físico que se produce como resultado del deporte, la actividad física o el ejercicio que afecta al sistema musculo esquelético (músculos, hueso, articulaciones, ligamentos y tendones). “Las lesiones del sistema locomotor son cada vez más frecuentes debido al auge de la práctica del ejercicio físico y a que la mayoría lo haga sin las medidas de prevención adecuadas para evitar lesiones secundarias”, ha señalado.
Estas lesiones, unidas a las que se producen en el día a día, “hacen que el uso de producto ortoprotésico sea más frecuente, ya sea para evitar los posibles daños que se puedan producir en los deportistas aficionados, como para paliar las patologías musculares y articulares cotidianas”, ha destacado Julián Navas.
El farmacéutico ortopeda se encarga de la dispensación de artículos ortoprotésicos, ya sean adaptados o fabricados a medida, en la oficina de farmacia o en establecimientos ortopédicos autorizados. Pero como farmacéutico su fin también es prevenir la enfermedad y las lesiones, además de mejorar la salud y la calidad de vida del paciente. “Por ese motivo es tan importante seguir el consejo farmacéutico y, más concretamente, el del ortopeda o el de un fisioterapeuta antes de iniciar cualquier tipo de actividad deportiva”, ha explicado.
Calentamiento como mejor prevención
A partir de todo ello y enfocado en el ámbito específico del deporte, desde su punto de vista es muy importante intentar prevenir este tipo de lesiones. Navas indica que una parte fundamental de esta prevención es el calentamiento, teniendo en cuenta que si se lleva a cabo de forma correcta y rutinaria se pueden evitar las lesiones en gran medida. Su principal objetivo es preparar tanto a nivel físico como mental al corredor. Las ventajas son notables: “Por un lado, el calentamiento ayuda a que los músculos sean más elásticos y, por otro, aumenta el ritmo cardíaco y el respiratorio, lo que incrementa el aporte de nutrientes y oxígeno para abordar una actividad más intensa, pero, además, la rutina de calentamiento aumenta la concentración del corredor”, ha concluido el responsable de Ortopedia del MICOF.
Esta rutina “es importante porque un calentamiento mal planteado no sirve de nada o puede llevar a producir lesiones”, ha advertido Julián Navas. Para ello, su recomendación es comenzar con la actividad más fácil y suave para seguir de forma progresiva con actividades más intensas hasta alcanzar el punto óptimo a nivel físico y mental.
Navas pone un ejemplo de rutina de calentamiento, que, según ha explicado, debería pasar por un calentamiento general consistente en una actividad física ligera de unos 5-10 minutos con la que se empieza a sudar y con la que se aumenta el ritmo cardíaco y el respiratorio. Posteriormente, unos estiramientos estáticos, “muy beneficiosos para la elasticidad de los músculos”, que se realizan colocando el cuerpo en una posición en la que el grupo de músculos objetivo están bajo tensión, permitiendo que tanto músculos como tendones se elonguen y permitan un movimiento más fluido. “Este calentamiento debe durar otro 5-10 minutos”, ha recomendado Julián Navas. También se recomienda un calentamiento específico con el que el deportista prepara su cuerpo de forma específica para el deporte que va a practicar llevando actividades más enérgicas y donde se incluirán movimientos y acciones que se necesitarán en la competición. Finalmente, en lo más alto de la preparación física se encuentran los estiramientos dinámicos, que sirven para acondicionar los músculos y la flexibilidad en deportistas profesionales con un alto grado de preparación. Estos estiramientos “implican un movimiento controlado de balanceo de una parte específica del cuerpo hasta el límite de su amplitud del movimiento”, ha explicado Navas.
El experto ortopeda ha recordado también que tan importante como los calentamientos “es la fase de relajación post ejercicio, ya que, al facilitar la recuperación y el retorno del cuerpo al estado en el que se encontraba antes de empezar la sesión de ejercicio se evita esa sensación dolorosa que se nota normalmente al día siguiente conocida como agujetas” ha indicado Julián Navas, quien ha añadido que se evitarán con un “ejercicio suave, estiramientos y una buena rehidratación”.
Si aun a pesar del calentamiento el atleta sufre una lesión durante la carrera, “es fundamental tener en cuenta que el tiempo de reacción frente a la lesión es proporcional a la duración en el tiempo y a la gravedad”, ha manifestado.
Actuar ante la lesión
Por ello, ante una lesión el experto ha señalado que hay que seguir una serie de pautas de actuación. Cuando la lesión se acaba de producir, el experto ha aconsejado seguir la sencilla regla nemotécnica: S.T.O.P.
La etapa del tratamiento de la lesión cubre los días posteriores a que se haya producido la lesión. Según el experto del MICOF, lo más habitual “es aplicar la técnica RICE, ya que se ha comprobado una reducción en el tiempo de recuperación de lesiones en tejidos blandos al aplicarla”. Esta técnica se resume así:
Julián Navas ha recordado que la fase de rehabilitación se produce “cuando la lesión es extensa y presenta roturas musculares”. Pasado el tiempo de tratamiento y reposo el experto recomienda acudir a un especialista para rehabilitar la lesión con técnicas como TENS, ultrasonidos, resonancia, etc.
Finalmente, es el momento de la recuperación. Una vez pasadas las anteriores fases de la lesión es hora de volver a ejercitar, “siempre con precaución y de forma progresiva”, ha advertido Julián Navas, que también ha recordado que en esta etapa es muy habitual el uso de ortesis “para asegurar la zona recuperada y dar una mayor propiocepción”.
El experto en ortopedia ha destacado que, además de todo esto, y como recomendación final ante una lesión, es importante “no escatimar dinero en el equipamiento, porque muchas lesiones, sobre todo en los deportistas que empiezan, vienen por el uso de calzado o prendas inadecuadas”, ha comentado.