FUENTE: 20 Minutos
Las enfermedades de transmisión sexual o ETS (aunque las comunidad médica prefiere hablar de ITS o infecciones, porque no todo infectado desarrolla síntomas) han aumentado en España de forma alarmante en los últimos años.
Eso es así especialmente entre los jóvenes de entre 20 y 35 años, donde se producen más del 50% de los casos. Infecciones como la gonorrea o la sífilis, por ejemplo, se han multiplicado por siete y hasta por 10 en algunos casos desde el año 2000, según datos del Ministerio de Sanidad y de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) del año 2017. La pérdida del miedo al VIH y, por tanto, un menor uso del preservativo, así como la escasa información sobre el conjunto de ITS entre la población juvenil, son las principales causas de este aumento de los contagios.
El preservativo puede reducir el riesgo de infección entre 80 y 90%, pero para llegar a este nivel de eficacia no basta con usar preservativo, hay que hacerlo de la forma correcta y en cada una de las relaciones sexuales.
El uso correcto del condón
Si un preservativo no se usa adecuadamente, las personas que lo utilicen no estarán protegidas de contraer una ITS. Usar correctamente el condón implica:
•Utilizarlo en todas las relaciones sexuales, pues basta una sola relación sin protección para contagiarse de una ITS.
•Hacer uso del preservativo a lo largo de todo el acto sexual, ya sea vaginal o anal.
•Si se utilizan juguetes sexuales, no se deben compartir. De ser así, se deberían utilizar dos preservativos distintos.
•Usarlo también durante el sexo oral.
•No abrirlo con los dientes y poner especial atención si se llevan las uñas alargas o joyas, pues podría dañarse.
•Asegurarse de que se ajusta perfectamente al pene sin que queden bolsas.
•En caso de ponerse el condón al revés, no le des la vuelta, utiliza uno nuevo. También se deberá poner uno nuevo si este se sale durante las relaciones.
•Para que no haya escapes indeseados, sujeta el preservativo en la base antes de sacarlo y retíralo después.
•Cuando acabes, haz un nudo al condón para que no se salga el contenido, después envuélvelo con papel y tíralo a la papelera.
•No usar dos preservativos a la vez. No protege más, sino todo lo contrario, pues la fricción entre los materiales del condón podría hacer que se rompieran.
•No utilizar un condón caducado. Fuera de la fecha de caducidad el material podría ya no ser efectivo.
•No usar lubricantes no específicos para ello, como aceites vegetales o aceite de bebé, pues pueden perjudicar el material y hacer que se rompa más fácilmente.
•No reutilizar nunca los preservativos: estos ya han sido expuestos a los fluidos corporales y deben desecharse una vez se han usado.
Si no se llevan a cabo todas estas recomendaciones, la eficacia del preservativo no será la esperada y estarás poniendo en riesgo de infección tanto a ti como a tu pareja sexual.
ITS de las que el preservativo no protege
El uso correcto del preservativo reduce de manera significativa las probabilidades de contraer la mayor parte de las ITS, como son las infecciones exudativas (clamidia, gonorrea…), hepatitis o el VIH, pero, aunque se sigan todas las recomendaciones anteriores, hay ITS en las que el uso correcto del preservativo no protege completamente. Es el caso de infecciones causadas por algunos virus y bacterias que pueden transmitirse de persona a persona mediante el contacto de la piel en el área genital que no está cubierta por el preservativo o que también se propagan por el contacto de piel con piel, piel con mucosas, o mucosa con mucosa. Estas son las mas comunes:
•Virus del Papiloma Humano (VPH). Es la ITS más frecuente, pues se calcula que hasta un 80% de la población ha estado expuesta al virus en algún momento de su vida. Lo más común es que se transmita a través del contacto genital con penetración, pero, dado que uno de los síntomas son las verrugas, y estas pueden existir en otras partes del cuerpo en las que no cubre el preservativo (como ingles o perineo), este no protegería complemente. Además, si los fluidos genitales de una persona infectada tocan la piel de otra, esta también puede contagiarse.
•Sífilis. El uso del condón reduce en gran parte su propagación, pero no al 100%. El motivo es que a veces la llagas que causa la enfermedad y que no producen síntomas, pero sí pueden producir un contagio, se encuentran fuera de la zona que le preservativo cubre.
•Herpes genital. Causada por un virus, esta enfermedad puede provocar llagas en el área genital o rectal, nalgas, muslos e ingles, por tanto, aunque el preservativo puede reducir las probabilidades de infección, no protege completamente. Y es que, además, de con las relaciones sexuales, este virus puede transmitirse a partir de lesiones cutáneo-mucosas y a través de secreciones en las que está presente el virus.
•Molusco genital o contagioso (VMC). Aunque está calificado como ETS, porque es como se transmiten la mayor parte de los contagios, los moluscos contagiosos pueden propagarse también por contacto directo de piel con piel. Es decir, que el preservativo sólo protegería en caso de que la infección estuviera presente solo en el área genital que cubre. Algo raro, pues también puede estar presente en rostros, axilas, brazos o cuello, principalmente.
En caso de padecer alguna de estas infecciones, lo mejor es abstener de mantener relaciones sexuales de ningún tipo hasta que haya remitido la infección completamente.