FUENTE: Correo Farmacéutico
El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos ha publicado un 'Procedimiento de actuación en la farmacia comunitaria en casos de infección por COVID-19', basado en el 'Procedimiento sobre Gestión de crisis sanitarias y situaciones de emergencia desde la Farmacia Comunitaria', incluido en las Buenas Prácticas en farmacia comunitaria en España, así como en las directrices del Ministerio de Sanidad para los profesionales sanitarios.
Lo primero que tienen que tener en cuenta los farmacéuticos, indican, son las recomendaciones de las autoridades sanitarias, a través de sus documentos oficiales, y hacen referencia aquí a las del Ministerio de Sanidad. Seguidamente, aconsejan la colocación de información visual (carteles, folletos, etc.) en lugares estratégicos de la farmacia comunitaria para proporcionar a la población las instrucciones sobre higiene de manos e higiene respiratoria.
"Al ser la farmacia comunitaria una de las primeras estructuras sanitarias a las que acude un usuario para solicitar información sobre la infección por COVID-19", reza el documento, "el farmacéutico comunitario debe responder a sus demandas de información de manera sencilla y trasladar sobre todo, la relativa a prevenir la transmisión de la infección".
Recomiendan también disponer de dispensadores con solución hidroalcohólica al alcance de los usuarios de las farmacias y de su personal y, en relación con el uso de mascarillas, a indicarlo en aquellas situaciones en las que se considere necesario, ya que, recuerdan, "un uso inadecuado puede contribuir a un desabastecimiento de las mismas en aquellas situaciones para las que están indicadas, así como a una sensación de falsa seguridad que puede llegar a ser contraproducente".
En cuanto a los casos sospechosos de infección, hacen una aclaración sobre la sintomatología, que se reduce, básicamente a fiebre, tos y disnea (dificultad respiratoria), y llaman la atención sobre los criterios de tipo epidemiológico, como son los viaje a áreas donde hay evidencia de transmisión comunitaria o un posible contacto con un caso probable o confirmado.
Si el farmacéutico se encontrara ante una persona que reúna estas características, aconsejan, primeramente, "trasladar a la persona un mensaje de tranquilidad y minimizar su ansiedad, mostrando en todo momento disponibilidad para responder todas las dudas que presente". Asimismo, debería sugerir a la persona que vuelva a su domicilio, evitando contacto con otras personas, y llame al 112 o teléfono distribuido en cada Comunidad Autónoma.
Si la persona no está bien para regresar a su domicilio, se le facilitaría una mascarilla quirúrgica, acomodándole en un lugar que guarde al menos dos metros de distancia con el resto de personas (si es posible se puede adoptar un espacio de aislamiento en el local y utilizar material que pueda limpiarse fácilmente), y se le recomendará a la persona llamar al 112 o teléfono distribuido en cada Comunidad Autónoma, facilitando los datos de contacto de la farmacia. Y en caso de que la persona no estuviera en disposición de llamar, lo podría hacer el propio farmacéutico, que quedaría a la espera de recibir las indicaciones oportunas para el traslado de la persona.
Por esta posibilidad de exposición de los farmacéuticos y el personal de la farmacia, se recomiendan algunas pautas higiénicas: como la higiene de manos frecuente, cubrirse la boca al toser o estornudar con el codo flexionado, usar pañuelos desechables y tirarlos tras su uso y, si se presentan síntomas respiratorios, evitar el contacto cercano (manteniendo una distancia de un metro aproximadamente) con otras personas. También se aconseja evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, ya que las manos facilitan la transmisión.
En relación con la atención a las personas que acuden a la farmacia, llaman a respetar una distancia de seguridad de un metro, tener previsto un espacio reservado en la farmacia comunitaria donde poder trasladar a una persona sospechosa, así como limpiar y desinfectar frecuentemente las zonas de atención, particularmente cuando se atienda a una persona sospechosa.
Una vez atendida en la farmacia a una persona sospechosa de portar el virus, habrá que llevar a cabo una labor de limpieza adecuada, para la que se deberían utilizar textiles desechables, emplear el detergente habitual y proceder a la desinfección con solución de hipoclorito sódico con una concentración al 0,1%, etanol al 62-71% o peróxido de hidrógeno al 0,5%. En relación con los residuos generados en la limpieza de la zona donde haya estado un caso sospechoso, lo recomendable sería, dicen, contactar con el Colegio Oficial de Farmacéuticos correspondiente que indicará el procedimiento como residuos biosanitarios especiales del Grupo III.
Adefarma lanza su propio protocolo
Además del protocolo de actuación publicado por el CGCOF, cabe destacar también el que ha lanzado Adefarma, donde se hace también una descripción del virus, las formas de contagio y las principales medidas de higiene a tener en cuenta para poder prevenirla.
Responden en el documento a algunas preguntas concretas. Ejemplo de ello es la que tiene que ver con la seguridad, o no, de recibir un paquete de una zona en la que se hayan notificado casos de COVID-19. "La probabilidad de que una persona infectada contamine artículos comerciales es baja, y el riesgo de contraer el virus causante de la COVID-19 por contacto con un paquete que haya sido manipulado, transportado y expuesto a diferentes condiciones y temperaturas también es bajo", aseguran. No obstante, insisten en la importancia del lavado exhaustivo de manos.
También hacen referencia a las características específicas de la rebotica, a la que califican como zona limpia, donde las manos, dicen, "deben estar siempre limpias (usad gel hidroalcohólico colocado a la entrada de esta zona desde la zona de atención al público)". A este respecto, recomiendan "no meter ningún objeto desde la zona de atención al público a la zona limpia" y, si algún trabajador siempre usa su bolígrafo o su cúter, o, por la razón que sea, mete algo de la zona limpia a la de atención al público y ese objeto vuelve a la zona limpia, "deberá rociarlo con algún desinfectante o alcohol, especialmente si ha tocado alguna superficie de la zona de atención al público". También recomiendan ventilar el establecimiento "frecuentemente".
Adefarma va más allá y plantea tres niveles de prevención, en función de si hay casos declarados en el municipio, o no, y si existe un previsible contacto con contagiados. Para el nivel 1, asociado a farmacia en cuyos municipios no hay casos declarados, "llaman a usar gel hidroalcohólico al entrar o salir de la zona de dispensación" y, al terminar cada dispensación, usarlo también. También recomiendan "no sacar ni introducir ningún objeto que haya estado en contacto con superficies u otros objetos, cualesquiera que sean, de la zona de dispensación o atención al público".
Para las farmacias ubicadas en municipios con casos reconocidos, aconsejan sumar, a lo anterior, la delimitación de una distancia de un metro entre los pacientes y el trabajador, que solo se debería traspasar para la entrevista y consulta, tras lo cual deben recordar usar gel hidroalcohólico o alcohol en su defecto cada vez que se traspase.
Para posibles contactos con personas contagiadas, llaman a extremar la precaución usando, además de lo anterior, mascarillas ffp3, ffp2 o, en su defecto, de celulosa triple capa, para las cuales el tiempo máximo recomendado de uso es de ocho horas en uso intensivo. Además, recomiendan rociar con desinfectante mostradores, equipos y utensilios de la zona de dispensación/atención al público después de cada contacto con los pacientes y limitar el aforo a una persona por mostrador o trabajador en la farmacia para evitar contactos entre pacientes.