FUENTE: La Razón
Se ha visto claramente que este nuevo coronavirus es súper contagioso. Por eso cualquier medida, por pequeña que sea, y que tomemos en nuestro día a día, especialmente durante el confinamiento con nuestros convivientes, es vital para combatir a este virus tan peligroso.
En estos momentos proliferan las informaciones sobre cómo actuar, de ahí la importancia de atender lo que digan las fuentes oficiales, a las que Quirónsalud se suma. Con la información disponible hasta el momento, y atendiendo al principio de precaución, desde el Ministerio de Sanidad han emitido una serie de recomendaciones que afectan tanto al manejo domiciliario de los residuos durante los días de confinamiento, como a la gestión de la bolsa con los residuos del paciente enfermo con COVID-19.
En primer lugar, y para el manejo domiciliario de los residuos, desde Sanidad ven conveniente que el material desechable utilizado por la persona enferma y por sus cuidadores (guantes, pañuelos, mascarillas), así como el equipo de protección individual (EPI) del personal sanitario (excepto las gafas y la mascarilla), o cualquier otro residuo del paciente, se ha de eliminar en el cubo de la basura dispuesto en la habitación del contagiado, siendo preferiblemente éste con tapa y pedal de apertura.
Después de cada depósito de residuos en estas bolsas (bolsa 1), éstas deberán cerrarse y descartarse conforme a lo indicado a continuación: “La bolsa 1, con los residuos anteriores, se introducirá en la bolsa de basura destinada a contener la fracción resto (bolsa 2), que también se cerrará herméticamente”.
Sobre la gestión de la bolsa con los residuos del paciente, el Ministerio de Sanidad precisa que la bolsa 2 se depositará exclusivamente en el contenedor de fracción resto, estando “terminantemente prohibido” el depositarla en los contenedores de recogida separada de cualquiera de las fracciones separadas (orgánica, envases, papel, vidrio o textil), o bien su abandono en el entorno.
Además, el departamento que dirige Salvador Illa ve recomendable que la bolsa de plástico donde se depositen los citados residuos debe tener cierre hermético y cerrarse antes de sacarse de la habitación.
“La mascarilla y las gafas se deben retirar fuera de la habitación del paciente, donde también habrá un recipiente a tal efecto, de características similares a las descritas anteriormente, y con bolsa de plástico de cierre hermético”, agrega.
En concreto, matiza que la fracción resto recogida se destinará directamente al vertedero, o a la incineración sin proceder a la apertura manual de las bolsas, si ello fuera posible; al mismo tiempo de que en caso de que sea necesario el tratamiento previo, éste se realizará de forma automática, y evitando la apertura manual de las bolsas.
“La recuperación de materiales sólo se realizará de forma automática. Para extremar la seguridad, las autoridades competentes podrán acordar que los materiales queden almacenados durante al menos 72 horas”, agrega.
Tanto para la recogida de residuos, como en todas las plantas que reciban esas bolsas, Sanidad indica que se desarrollarán protocolos específicos para la protección de los trabajadores, además de que se revisarán los existentes con el mismo objetivo, a la par que se dotará de los equipos de protección individual (EPI) necesarios para los trabajadores.
“Se podrán establecer recogidas diferenciada de las bolsas (tipo 2) procedentes centros/lugares donde se dé un elevado nivel de afectados por COVID19 (residencias, hoteles hospitalizados, etc.) mientras dure la crisis”, aclara el ministerio.
Cita también que estas bolsas se identificarán externamente y de manera fácil (por ejemplo, mediante cinta aislante o similar), y se depositarán conforme a la forma que establezcan las autoridades responsables de la recogida de residuos. “Estas bolsas se gestionarán de la misma forma que se ha mencionado anteriormente”, puntualiza Sanidad.
Finalmente, el órgano sanitario más importante de España subraya respecto a la gestión de los residuos procedentes de hospitales, ambulancias, centros de salud, o de laboratorios, entre otros, y que se encuentren en contacto con COVID-19, que su gestión se realizará respecto a lo dispuesto para los mismos en la regulación autonómica sobre residuos sanitarios, como viene haciéndose habitualmente.