FUENTE: El Mundo
Usar la sangre de personas que han superado Covid-19 para ayudar a quienes combaten la infección. Esa es la hipótesis que pretende demostrar un ensayo clínico que se está poniendo en marcha en España, tal y como confirmó ayer el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, uno de los organismos que, junto a varios hospitales públicos, participará en la investigación cuando esta tenga «todas las autorizaciones pertinentes del Ministerio de Sanidad».
El objetivo es evaluar si el plasma de los supervivientes de la infección puede ser un arma efectiva contra el virus, una estrategia que ya se usó durante la pandemia de gripe de 1918 y también se ha testado en crisis como la del ébola o el H1N1.
El plasma de pacientes curados podría resultar útil contra Covid-19, porque es ahí donde se encuentran los anticuerpos -es decir, las defensas- que los afectados desarrollan para combatir la enfermedad. Esas células ya han aprendido a luchar contra el SARS-CoV-2, por lo que pueden ayudar a quienes tienen más problemas para hacerle frente.
La terapia ya se ha utilizado en otras ocasiones, frente a diferentes patógenos. Por ejemplo, fue uno de los tratamientos que recibió Teresa Romero, la auxiliar de enfermería que contrajo el ébola en España, quien recibió el plasma de una religiosa, Paciencia Melgar, que había conseguido superar la enfermedad.
También se ha utilizado «con moderado éxito» contra epidemias como la del SARS, explica José Bruno Montoro, Coordinador del Grupo de Trabajo de Hemoderivados de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), quien añade que «aunque la experiencia disponible para la pandemia actual es escasa, hay esperanza en que una selección de donantes con títulos de anticuerpos específicos elevada pueda ser una herramienta útil en las circunstancias actuales».
El especialista confirma la preparación en España de un ensayo que «evaluará la eficacia de la administración de plasma de donantes curados añadida a la terapia estándar y comparada con la misma terapia estándar en solitario».
El pasado martes, la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA por sus siglas en inglés) anunció la autorización de esta terapia experimental en pacientes graves, pese a que la misma agencia subrayaba en un comunicado que el tratamiento «no ha mostrado ser efectivo en todas las enfermedades estudiadas».
La compañía farmacéutica española Grifols -especialista en hemoderivados- ya trabaja de hecho con las autoridades estadounidenses en la obtención de plasma del paciente. Esta empresa es, además, uno de los organismos que participará en el ensayo español que se está poniendo en marcha con la terapia experimental. Según ha adelantado a EL MUNDO, Eduardo Herrero, presidente del área industrial de la División Bioscience de Grifols, el estudio involucrará a 100 pacientes y actualmente se encuentra pendiente de la luz verde definitiva de la Aemps (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios). A falta de la decisión de la agencia reguladora nacional, la compañía tiene previsto que se haga con algunos de los hospitales de referencia en nuestro país, como son La Paz, el Gregorio Marañón en Madrid, y el Vall d'Hebrón en Barcelona.
Según un artículo publicado esta semana en Nature, el plasma de superviviente ofrece una ventaja con respecto a vacunas u otras terapias, ya que puede obtenerse al momento y no necesita un desarrollo muy complejo.
Herrero apunta que «se busca poder recoger el plasma de pacientes que hayan superado la enfermedad a lo largo de 10 semanas. Después, se trata en la fábrica inactivando el patógeno para luego transfundir los anticuerpos neutralizantes a los enfermos».
Además, la compañía tiene otros ensayos en marcha en EEUU, donde van a probar si una de las inmunoglobulinas que desarrollan «se puede emplear en pacientes candidatos a UCI y con un ingreso menor a 48 horas en estas». Esto significaría que de poder aprobarse este tipo de terapia evitaría que llegasen a las UCI y a desarrollar cuadros muy críticos.
Durante el brote de SARS-CoV-2, China llevó a cabo varios ensayos con suero de pacientes recuperados. En uno de ellos, se trató a 13 personas en estado grave. Tras varios días, los especialistas comprobaron que el virus había dejado de circular por su organismo, lo que indicó la efectividad de la terapia. Sin embargo, el estado de muchos de los pacientes tratados continuó empeorando, lo que empañó el éxito del tratamiento. También en otros ensayos con ébola o SARS, las pruebas con plasma de personas que habían superado las infecciones arrojaron resultados dispares.
Cristina Arbona, directora del Centro de Transfusión de la Comunidad Valenciana y miembro de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), advierte de que tampoco es sencillo encontrar donantes adecuados. «La donación se pide sólo a los que hayan pasado la infección, y, sometidos a test, hayan sido positivos y ahora estén asintomáticos». La experta explica, además, que no se trata de una donación de sangre convencional sino que ha de hacerse una aféresis, «porque sólo nos interesan los anticuerpos. Es importante que se realice entre los días 14 al 21 tras el último negativo para asegurar una buena carga de estas defensas».
A última hora del miércoles, se filtró a través de las redes sociales una carta del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid en la que se pedía ayuda a la comunidad sanitaria para facilitar la recogida de plasma de pacientes curados de una infección por coronavirus precisamente para llevar a cabo el citado estudio. El llamamiento y las expectativas sobre el uso de suero de pacientes como terapia potencial contra el virus se propagaron rápidamente. Sin embargo, fuentes del propio Centro de Transfusión desmintieron ayer jueves que actualmente se estén pidiendo donaciones de plasma entre la población.
«Lo que se filtró es un borrador de una carta privada, que se iba a enviar entre profesionales, y aún no había recibido el visto bueno definitivo», señalaron las citadas fuentes. «Estamos recibiendo muchas llamadas de personas interesadas en donar, y queremos desmentir que esas donaciones se estén realizando. El Centro tiene previsto participar en el ensayo, pero cuando tenga todas las autorizaciones pertinentes del Ministerio de Sanidad», subrayaron.