Tras identificar el coronavirus (SARS-CoV-2), de la familia Coronaviridae, se está investigando tanto el origen del brote como todos los aspectos generales de esta nueva enfermedad.
Al observarse una evolución continua de los síntomas en las personas, hay una actualización constante de la información sobre la COVID-19. Hasta el momento, esta enfermedad cursa habitualmente con síntomas comunes en resfriado, gripe y alergia -tos, fiebre, dificultad para respirar y dolor de garganta- por lo que los expertos subrayan la importancia de distinguirlos correctamente. En ocasiones también provocan problemas gastrointestinales como es la diarrea.
Cuando se trata de personas más vulnerables -pacientes de edad avanzada o con comorbilidades médicas (diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares o cáncer)- pueden experimentar complicaciones a nivel del aparato respiratorio como bronquitis, neumonía o síndrome respiratorio agudo severo que, a su vez, pueden derivar en septicemias -presencia de infección en el torrente sanguíneo-, fallos renales o incluso la muerte.
Como ya se explicó desde el inicio del brote surgido en la ciudad china de Wuhan, la transmisión entre humanos es mediante las secreciones respiratorias. Estas gotas respiratorias -de más de 5 micras y capaces de transmitirse a una distancia de hasta 2 metros- son el foco de contagio al permanecer el SARS-CoV-2 en ellas. Por ello, se recomiendan las siguientes medidas preventivas:
Protección: uso correcto de mascarilla, gafas y guantes
Los productos sanitarios confieren al portador una protección respiratoria (mascarilla), ocular (gafas o pantallas protectoras) y guantes. El uso de los productos sanitarios está justificado en algunos casos, pero es importante destacar que el correcto uso (puesta y retirada de estos), será la medida que determine si la persona finalmente queda protegida o no al usar mascarillas, guantes o protección ocular. Además, el uso simultáneo de varios productos sanitarios -como mascarilla y gafas de protección- no debe impedir que una anule la protección conferida por la otra.
El uso de mascarillas es imprescindible para aquellas personas que más lo precisan: el personal sanitario hospitalario, los casos identificados y sospechosos, así como aquellas personas que pertenezcan a algún grupo de riesgo mencionado previamente y a sus cuidadores. En el caso de la población en general, se debe como mínimo utilizar mascarillas higiénicas y quirúrgicas en la vía pública y en espacios cerrados para evitar contagiar a otros en el caso de que fuéramos asintomáticos y no fuera posible mantener la distancia mínima de seguridad.
Por supuesto, cada tipo de mascarilla (quirúrgica, filtro FFP1, FFP2, FFP3 o equivalentes) está destinada a un conjunto de personas, ya que los profesionales sanitarios requieren mayor protección, harán uso de mascarillas con filtro FFP2 o FFP3 o equivalente, mientras que un caso sospechoso de COVID-19, utilizará una quirúrgica para no contagiar a otros.
Puesta y retirada de la mascarilla:
Las gafas o pantallas de protección se utilizarán como medida de protección física frente a las gotículas exhaladas susceptibles de estar contaminadas con SARS-CoV-2. También se recomienda su uso para evitar el contacto de los ojos con las manos de forma accidental.
Por último, el uso de guantes requiere un lavado de manos antes de ponerlos y tras su retirada y, en caso de haber utilizado un producto hidratante de base grasa (cremas, ungüentos) en las manos, comprobar que se ha eliminado completamente. Es importante elegir la talla de guantes correctamente ya que se pueden producir roturas (por ser demasiado pequeños) o impedir una adecuada manipulación de productos (demasiado grandes).
Para retirar los guantes es importante que la piel no entre en contacto con la parte exterior de los guantes:
Por todo ello, podemos concluir que el uso de mascarilla, gafas de protección y guantes son productos sanitarios útiles para prevenir el contagio siempre que se haga un uso correcto de estos al ponerlos y retirarlos ya que, si no, pierden su función. Sin embargo, estas medidas son interesantes cuando se combinan con las medidas preventivas porque el uso de mascarilla sin lavado de manos produce una falsa seguridad de protección.