FUENTE: EFE Salud
Esta investigación con 703 niños, descendientes de mujeres que participaron en el Estudio San Carlos de Prevención de la Diabetes Gestacional, revela que seguir una dieta mediterránea, rica en aceite de oliva virgen extra y suplementada con pistachos, durante el embarazo, se asocia a un menor ingreso hospitalario de los niños durante sus dos primeros años de vida.
La reducción en los ingresos hospitalarios se refiere a niños que requieren tratamiento con antibióticos y corticosteroides, y los ingresos relacionados con asma/bronquiolitis, “especialmente en hijos de mujeres que tenían un índice de masa corporal (IMC) pregestacional <25 kg/m2 (sin sobrepeso) y tolerancia glucosa normal”, concreta el estudio.
Hasta ahora, la evidencia sugería una posible asociación entre la dieta y el desarrollo de enfermedades en los niños.
Sin embargo, eran pocas las investigaciones que habían evaluado el efecto de una intervención basada en la dieta mediterránea en el desarrollo de enfermedades metabólicas e inmunes en la descendencia.
“Este es el primer estudio controlado aleatorizado que analiza la influencia de una intervención nutricional basada en una dieta mediterránea en el embarazo sobre la salud de la descendencia”, detalla el doctor Alfonso Calle Pascual.
Los investigadores se marcaron dos metas. Por un lado, evaluar la incidencia de bronquiolitis/asma, dermatitis atópica y alergias alimentarias, así como el número y la duración de los ingresos hospitalarios por todas las causas en niños a los dos años.
Por otro lado, analizar las tasas de ingresos hospitalarios debido a episodios graves de bronquiolitis/asma y otras enfermedades que requieren tratamiento farmacológico con antibióticos, corticosteroides o ambos.
Al grupo de intervención se le recomendó una dieta suplementada en aceite de oliva virgen extra y pistachos, mientras que al grupo control se le indicó reducir la ingesta de todo tipo de grasas.
“Nuestro estudio muestra diferencias significativas entre el grupo de intervención y el grupo control en relación con la reducción de eventos graves que requieren hospitalización en niños cuyas madres tenían un índice de masa corporal (IMC) pregestacional <25 kg/m2 y NGT”, destaca el doctor.
Durante el estudio también se observó que la duración de la estancia en el hospital fue significativamente más corta en el grupo de intervención que en el grupo control, entre 6 y 9 días en los primeros, y entre 11 y 25 en los segundos.
Además, los resultados de la investigación muestran una reducción en las tasas de ingresos hospitalarios por todas las causas en el número de niños que lo requirieron en el grupo de intervención en comparación con el grupo control. En total, hubo un 13,6 % de niños hospitalizados del grupo de intervención y un 14,9 % del grupo control.
El aceite de oliva se asocia con mejor perfil inmunitario
En el embarazo se producen cambios en el sistema inmunitario de la madre que afectan la función intestinal normal y la composición de la microbiota.
“Estos cambios, que también podrían verse afectados por la dieta de la madre, pueden mejorar la salud a largo plazo de la madre y su descendencia. El aceite de oliva virgen extra, rico en componentes fenólicos, se asocia con un mejor perfil antiinflamatorio, inmunomodulador y de microbiota”, explica el doctor Calle Pascual.
Este artículo es resultado de otro pionero, el Estudio San Carlos de Prevención de la Diabetes Gestacional que ya demostró que una dieta saludable rica en aceite de oliva virgen extra reduce el riesgo de desarrollar diabetes gestacional en un 30 % y mejora la salud de los recién nacidos.
Un estudio que, como detalla el doctor Calle Pascual, aún tiene mucho recorrido por delante: “Esperamos, en un futuro próximo, hacer el seguimiento hasta los cinco años de edad. Esperamos encontrar una menor cantidad de grasa central en los niños, menor grado de adiposidad y menor grado, sin ningún género de duda, de algunos tipos de enfermedades autoinmunes e inflamatorias”.